Wang Fuming es dueño de una granja que solía ser usada para criar gallinas, ahora se dedica a criar cucarachas y tiene seis granjas con un estimado de 10 millones de cucarachas.

Dentro de unas laminas de metal ondulado y cartones de huevo, que crean el ambiente que prefieren las cucarachas, se encuentran masas y masas de cucarachas. Wang se agacha para agarrar uno de los nidos, tan pronto las cucarachas detectan la luz buscan dónde esconderse, subiendo por el brazo de Wang mientras que les enseña a sus visitas en la granja.

A Wang no le molestan las cucarachas, al contrario, las ve con ese cariño que siente uno cuando ve un producto que le ganará una fortuna.

El emprendedor de 43 años es el mayor productor de cucarachas en China, los vende a productores asiáticos de medicina, a compañías de cosméticos que valoran a los insectos por ser una fuente barata de proteína y también aprovechan de la sustancia celulosa de sus alas.

La raza que usa en sus granjas es la Periplaneta americana, o la cucaracha americana. Son de un color café-rojizo, crecen unos 4 centímetros y vuelan.

Desde que Wang comenzó con su negocio en el 2010, el precio de las cucarachas secas subió de 2 dólares la libra a aproximadamente 20 dólares.

“Consideré criar puercos, pero la ganancia era muy baja,” dice Wang. “Con las cucarachas puedes invertir unos 20 yuan (3.25 dólares aproximados) y ganar 150 yuan (11 dólares aproximadamente) con eso”.

Hay aproximadamente 100 granjas de cucarachas y el número sigue creciendo casi al mismo ritmo que se reproducen los insectos. Pero a pesar de esto, no mucha gente sabía de este negocio hasta que en agosto hubo se escaparon miles y miles de cucarachas de una de las granjas en la provincia de Jiangsu. La fuga salió en las noticias, evocando imágenes bíblicas de enjambres de langostas.

A Wang lo único que le molestó del incidente fue la pérdida que generó la fuga.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.