Escrito e ilustrado por Franco Mattiello.
Seguro te has preguntado de donde viene ese dicho popular tan común en tu mamá, “que…(algo) ni qué ocho cuartos”.
Empecemos por donde me gusta, por el principio, está expresión es usada para enfatizar el desacuerdo o desaprobación de algo, pero ¿de donde viene? o ¿donde se origina?
Veamos los antecedentes, hace muchos años en España, había una moneda llamada Tari también conocida como realillo de plata de ocho cuartos, cabe aclarar que no son fracciones sino que cuarto es también un nombre de moneda. Una de sus primeras apariciones es en una copla antigua española que dice:
[sws_blockquote_endquote align=”” cite=”” quotestyle=”style01″] Tengo que empedrar tu calle con realillos de a ocho cuartos, para que vayas a misa sin romperte los zapatos [/sws_blockquote_endquote]
Más adelante cuando los precios se elevaron en España los insumos básicos comenzaron a rebasar el costo de ocho cuartos y fue cuando comenzó a volverse despreciable la moneda. (es como si ahorita alguien deja 50 centavos de propina, me cae que si es despreciable).
Sin embargo la primera aparición documentada fue en 1761 por Ramón de la Cruz en su libro “La Avaricia Castigada” que dice:
[sws_blockquote_endquote align=”” cite=”” quotestyle=”style01″] ¿Ayala amigo? — Qué amigo, qué Ayala, ni qué ocho cuartos, Ya es otro tiempo, señores. ¡Que hasta aquí me han atisbado! [/sws_blockquote_endquote]
Y es así que se volvió popular comparar los ocho cuartos, con el énfasis de desaprobación.
Ahora ya lo saben, sigan al pendiente de la próxima nota de Ilústrame con tu cultura. Todos los jueves en www.caracteres.mx