El nuevo director del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), Jorge Sánchez Sosa, señaló que una de sus preocupaciones al asumir el cargo es lograr una mayor articulación en el sector cinematográfico y proponer una nueva política pública que impulse la difusión de la cinematografía mexicana.
“Estoy muy entusiasmado, algo sé de cine nacional y me queda claro que habrá muchas cosas por hacer, aunque estamos muy contentos con el volumen de la producción fílmica nacional, también estamos preocupados porque se difunda lo más posible, sobre todo entre los mexicanos”, expresó Sánchez Sosa, quien ayer jueves fue designado titular del organismo.
En este sentido, consideró que las nuevas tecnologías serán una herramienta indispensable para abrir ventanas de difusión para el cine nacional, además de entablar un diálogo claro y abierto con los diferentes sectores de la comunidad cinematográfica a fin de abrir nuevas posibilidades.
“No será una tarea fácil, pero es evidente la necesidad de establecer un diálogo entre exhibidores, distribuidores y sociedad civil para que nos respalden en esa tarea de difusión y con ello se logre generar un genuino interés por la cinematografía mexicana”, manifestó.
Otra estrategia planteada por Jorge Sánchez es realizar alianzas con el sector educativo a fin de incentivar el interés de las nuevas generaciones por ver películas mexicanas y con ello revertir los bajos índices de asistencia, “porque no es justo que se diga que el cine mexicano no gusta, yo creo que lo que pasa es que no se ve”.
Apuntó que cada vez se abren más ventanas de exhibición, “Internet ha sido fundamental en este sentido y creo que el reto ahora será crear alianzas más sólidas con la televisión pública, porque nuestra responsabilidad será proteger y desarrollar el quehacer fílmico nacional”.
El nuevo director del Imcine aplaudió el trabajo realizado por su predecesora Marina Stavenhagen y de su equipo, “ellos hicieron posible que la institución se mantenga avante en tiempos tan turbulentos”.
Abundó que entre las iniciativas impulsadas por Stavenhagen, destaca el orden interno de la institución, así como la publicación del anuario estadístico, que tiene ya dos ediciones, “porque nos devela de manera muy clara cómo está operando un modelo económico para el cine mexicano y lo que se desprende de ello”.
Sobre la reducción del presupuesto asignado al Imcine, que pasó de 408.60 millones de pesos en 2012, a 374.58 millones de pesos para 2013, Sánchez Sosa lamentó este hecho, pero confió en tener la capacidad para poder solventar esa situación, “creo que existe la voluntad por parte del Conaculta para brindarnos el apoyo necesario”.
Finalmente, Jorge Sánchez destacó la importancia de contar con un marco normativo y legislativo para todos los sectores involucrados con el quehacer fílmico y que permita que el cine mexicano esté a la altura de competir con cinematografías de otros países.(notimex)