Meterte a la cama con tu pareja puede ser la mejor parte del día…. o la peor.Incluso cuando tienes sábanas limpias y frescas y el cuarto está a la temperatura perfecta, nada es garantía. Existen todo tipo de problemas que pueden surgir entre tú y tu pareja cuando estén durmiendo (o intentando) que pueden convertir una rica noche en la cama en una pesadilla.

Aquí hay algunas de las más importantes diferencias entre los hombres y las mujeres que hacen que choquemos a la hora de dormir:

Las mujeres sienten más frío que los hombres

Es cierto a lo largo del día, pero es peor de noche y hay una explicación científica legítima para ello. Todo trata con el cortisol, la hormona que tiene un efecto de calentamiento. Los cuerpos de las mujeres producen menos de noche. Es por esto que nunca están de acuerdo con la temperatura.

Las mujeres duermen más temprano

El ritmo circadiano de las mujeres está fijado alrededor de una hora antes que los hombres. Así que en general, las mujeres duermen y amanecen más temprano que los hombres.

Las mujeres son más propensas al insomnio

El lado positivo es que son mejores para lidiar con ello con respecto a funcionar con menos sueño.

Las mujeres suelen tener pies fríos más que los hombres

Esos pies helados que hacen que te recorra un escalofrío por toda la espalda es suficiente razón como para dormir en tu propia cama. Los expertos dicen que esto es debido a vasos sanguíneos más sensibles que impiden el flujo de la sangre hacia las manos y los pies. También normalmente tienen la presión sanguínea más baja que los hombres, cosa que no ayuda la situación.

Los hombres suelen despertar de mejor humor

Según una encuesta, aunque las mujeres pasen más tiempo durmiendo, los hombres duermen mejor y despiertan con mejor disposición.

Los hombres sueñan más que las mujeres

Y es todo culpa del ciclo menstrual. Mayores niveles de progesterona y menores de melatonina a lo largo de la segunda parte del ciclo aumentará la temperatura corporal de las mujeres en la noche, alterando el ciclo de sueño.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.