Con impresoras 3D puedes imprimir cualquier cosa que quieras o puedas imaginar, pero los científicos han estado hablando de imprimir gente para colonizar el espacio exterior.
Suena como una locura, pero hablan en serio.
“Nuestra mejor opción para la exploración espacial podría ser imprimiendo humanos, de manera orgánica, en otro planeta,” dice Adam Steltzner.
Muchos creen que la supervivencia de la humanidad depende de conquistar el espacio, sin embargo, aterrizar a humanos en otros planetas no es una tarea fácil. Un viaje a Marte puede tomar 300 días y costar más de $6 mil millones. Ya estando ahí, si aterrizaramos a la velocidad que lo hizo el Curiosity, se nos saldrían los ojos.
En lugar de aterrizar a humanos ahí, ¿por qué no mejor sembrar la galaxia con pequeños organismos diseñados para recrear nuestra especie? Si esto no tiene sentido, sigue leyendo.
Los científicos ya saben que los microbios pueden sobrevivir largos plazos de tiempo en el espacio. De hecho, algunos científicos creen que microbios de otro lado del universo cayeron sobre nuestro planeta en un meteorito o un cometa, creando la vida que conocemos en la Tierra.
Basados en esta idea, algunos biólogos creen que es posible enviar bacterias para volver el ambiente de un planeta habitable para los humanos. La bacteria tendría que tener ADN humano también.
Se cree que tendremos la tecnología necesaria para almacenar el genoma humano en bacterias dentro de una o dos décadas. La parte complicada sería programar instrucciones en la bacteria para que sepa qué hacer ya estando en su destino.
“Si de algún modo logramos programar instrucciones de ensamble para que las bacterias produzcan organismos descendientes que podrán ensamblar los segmentos del genoma humano a lo largo de un periodo de tiempo hasta formar un humano. Esta es una forma de “imprimir” a humanos en otro planeta de manera remota,” dijo Gary Ruvkun.
Al igual que los óvulos son programados por nuestro ADN para dividirse, replicarse y desarrollarse en un humano, la bacteria también podría ser programado por nuestro ADN para conseguir lo mismo.
Esto queda muy fuera de nuestra capacidad de programar bacterias aún.
Si dejas libre tu imaginación un poco, te pones a pensar si no habrá sido de esta forma que la vida originó en este planeta.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.