A horas de abandonar el centro de rehabilitación en el que sólo permaneció unos momentos, la actriz estadunidense Lindsay Lohan volvió a ingresar a otra clínica, por lo que no estará acusada de violar su libertad condicional.
El fiscal de Santa Monica, Terry White, comentó que recibió una confirmación de que Lohan entró a la clínica para iniciar su periodo de tres meses de rehabilitación y que estaba conforme con ese centro.
White se negó a revelar dónde estaba recibiendo tratamiento Lohan, pero una fuente cercana a la actriz, que no estaba autorizada para hablar públicamente del caso, dijo que ingresó al Centro Betty Ford en Rancho Mirage, California.
La protagonista de “Liz & Dick” debe pasar 90 días en tratamiento confinado como parte de un acuerdo de culpabilidad por un delito menor tras haber tenido un incidente de tráfico en junio de 2012.
Lohan también recontrató a su antigua abogada, Shawn Holley, para que se haga cargo de sus asuntos legales. White expresó que estuvo en contacto con Holley el jueves por la noche tras horas sin saber la ubicación exacta de la actriz.
Durante una audiencia, el abogado Mark Jay Heller le informó a un juez que Lohan había ingresado el jueves a un centro de rehabilitación, pero la cantante salió de él inmediatamente.
A White le autorizaron investigar ese centro y un funcionario estatal dijo que la clínica no tenía autorización para proporcionar tratamientos de rehabilitación por drogas o alcohol en los que los pacientes estuvieran confinados.
La sentencia de Lohan señala que deberá pasar tres meses sin salir del centro de rehabilitación y también deberá recibir 18 meses de terapia psicológica.
Los Ángeles, 3 May. (Notimex).