La canciller de Alemania, Ángela Merkel, se presentó hoy a la reelección al frente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el mayor partido del país, con un discurso apasionado centrado en la crisis del euro y donde alabó su gobierno.

“Lo que este gobierno hizo no tiene comparación”, dijo Merkel desde Hannover donde la CDU celebra su vigesimoquinto congreso federal. “Este es el gobierno más exitoso desde la reunificación alemana”, reiteró varias veces a lo largo de su intervención.

Cuando faltan 10 meses para los comicios de 2013 y los aliados liberales (FDP) de la coalición oficialista navegan en la tormenta por sus escasos resultados en las encuestas, la jefa de gobierno defendió de todas formas esta alianza.

“En estos tiempos ninguna otra coalición podría conducir el país hacia un futuro mejor que la coalición cristiano-liberal”, insistió Merkel entre los aplausos de los presentes.

Con esta frase, la gobernante alemana aclaró todas las dudas acerca de este punto, ya que en el fin de semana pasado el secretario general de la CDU, Hans Gröhe, había declarado que no se plantearía un compromiso formal entre su partido y el FDP.

Merkel pareció indicar lo contrario: “Nuestros socios de coalición deben crecer, pero lo lograremos”.

Destacó que su administración supo mantener de pie la economía, aunque en medio de la crisis financiera, y destacó en particular el alto empleo y las generosas inversiones en cultura y educación.

Se presentó a sí misma como la mejor lideresa para una Alemania fuerte dentro de la crisis y rechazó frontalmente las propuestas de política económica del Partido Socialdemócrata (SPD), principal fuerza opositora.

El programa de aumento de impuestos que se propone el SPD al electorado para gravar los bienes y capitales sería, según Merkel, un programa que dañaría a la clase media alemana y que el país no se puede permitir en este momento.

Hace dos años Merkel obtuvo el 90.4 por ciento de los votos en el congreso del partido. Ahora en vísperas de elecciones, la dirección de la CDU espera que sus un mil un delegados en Hannover le brinden un resultado superior al 90 por ciento.

Más allá de que la CDU esté unida alrededor de la canciller federal, hay divisiones internas entre conservadores, que denuncian una huida de la base electoral tradicional, y modernizadores, que quieren ganar al electorado joven.

Entre los temas que se perfilan como los más discutidos hay el debate acerca de equiparar los derechos fiscales de las uniones civiles homosexuales a los todavía fiscalmente más ventajosos matrimonios heterosexuales.

También hay dos temas de mujeres: por un lado parte de la CDU pide que se aumenten las jubilaciones de las madres que tuvieron hijos antes de 1992 y abandonaron sus trabajos para cuidarlos. Las que los tuvieron después de esa fecha ya recibieron su incremento.

Varias exponentes de la CDU pidieron asimismo la introducción de cuotas obligatorias de mujeres en los consejos de administración de las empresas, algo que la canciller rechazó.

En este marco Merkel lanzó un llamado al mundo de la Economía, para que asuma la responsabilidad de llevar más mujeres a posiciones directivas. “Mi paciencia se está acabando”, dijo. (Notimex)