¿Sabías que hay algunos alimentos que te roban el sueño? Si tienes problemas de insomnio o, al menos, te cuesta conciliarlo más de lo deseado, quizá sería momento de revisar la dieta y ver qué alimentos están interfiriendo, y por qué, en nuestro descanso.

  1. Los hábitos alimenticios y el sueño están directamente relacionados, y mucho más de lo que pensamos. Comer mal o saltarse las comidas puede, de entrada, sabotear nuestro descanso. Además, hay determinados alimentos que también pueden favorecer los problemas de sueño. ¿Cuáles son los 5 alimentos prohibidos si tienes insomnio?
  2. Embutidos o carnes ahumadas: Por su contenido en tiramina (aminoácido) pueden favorecer la producción de adrenalina, lo que nos mantendrá despiertos de noche.
  3. Chocolate: Es aconsejable evitar tomar por la noche o antes de dormir chocolate caliente, frutos secos o galletas bañadas en chocolate. Alimentos que, por cierto, también contienen tirosina cafeína, estimulantes del metabolismo y del sistema nervioso.
  4. Bebidas energéticas: Cuestión de lógica, es mejor tomarlas de día, por sus altas cantidades de cafeína. Si no puedes dormir bien, evítalas siempre que puedas o, al menos, tómalas entre cuatro y cinco horas antes de dormir. Lo mismo sucede con las bebidas alcohólicas. Tomar alcohol eleva nuestra presión arterial y perturba el descanso. Beber alcohol en exceso por la noche provoca deshidratación y dolor de cabeza. Esto es porque el alcohol dificulta el trabajo del cerebro bloqueando la producción de vasopresina, cuya función es dar la orden a los riñones para reabsorber el agua.
  5. Alimentos picantes y ácidos: Como los cítricos o las especias para aderezaR y dar sabor a los platos. Ingerir alimentos picantes por la noche, además de alterar el sueño, puede provocar problemas digestivos (reflujo gastroesofágico, ardor, acidez).
  6. Queso: Al igual que los embutidos, el queso es rico en tiramina. El queso es un alimento que también puede estar detrás del dolor de cabeza. Es mejor optar por otros alimentos lácteos, como la leche o los yogures, ricos en calcio, mineral esencial que, entre otros beneficios, ayuda a dormir al reducir el estrés.

Aunque es aconsejable no comer entre la cena y la hora de irse a dormir, si nos asalta la sensación de apetito es mejor optar por unas galletas de salvado de trigo, un yogurth descremado o una pieza de fruta hervida. De igual manera, hay alimentos que sí favorecen el descanso. Una cena saludable y ligera es la mejor manera de conciliar el sueño. Prueba con platos más ligeros, calientes o fríos, como una sopa o una crema de verduras, un sándwich o vegetales (lechuga, apio, espinacas, acelgas). Y para los más golosos y golosas, en lugar de chocolate, es mejor recurrir a los cereales integrales o a un puño de almendras.