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Kéfir: el fermentado que vale la pena probar

Hay un nuevo fermentado ganando espacio en tu alacena, y no es kombucha. El kéfir —esa bebida ligeramente ácida y burbujeante que muchas ya adoptaron como rutina— está pasando de ser algo “de nicho” a un clásico de quienes buscan cuidar su salud digestiva sin caer en extremos.

¿Qué es el kéfir y por qué está en todas partes?

El kéfir es una bebida fermentada hecha a partir de leche o agua con “nódulos” de kéfir, una mezcla de bacterias y levaduras que transforman el líquido en algo ácido, cremoso y ligeramente espumoso. A diferencia del yogurt, su fermentación es más compleja y diversa, por eso suele tener más variedad de probióticos.

Además de su perfil probiótico, es bajo en lactosa (porque los microorganismos se la comen), tiene proteínas, vitaminas B y, si es casero o de buena calidad, cero azúcares añadidos.

¿Para qué sirve y por qué a tantas les funciona?

Aunque no es medicina, el kéfir puede ayudar a mejorar la digestión, fortalecer la microbiota intestinal y, como consecuencia, influir positivamente en el sistema inmune y hasta en el estado de ánimo. La salud intestinal está cada vez más vinculada a la salud mental y al metabolismo, según diversas investigaciones.

Muchas mujeres que lo han integrado a su alimentación dicen sentir menos inflamación, mejor digestión y hasta menos antojos dulces, aunque esto puede variar según el cuerpo y el tipo de kéfir que se consuma.

Cómo tomarlo sin que te sepa a castigo

Lo puedes tomar solo, pero si el sabor te resulta muy fuerte, va bien en smoothies, con fruta, en overnight oats, o incluso en aderezos. Existen versiones de leche de coco, almendra o agua, para quienes no consumen lácteos.

Y si te gusta lo DIY, puedes conseguir los nódulos para hacerlo en casa. Solo necesitas leche (o su sustituto), un frasco, y algo de paciencia.

¿Es para todas?

No hay un fermentado mágico que funcione igual para todas, y si tienes condiciones digestivas específicas o intolerancias severas, lo ideal es consultar antes con una nutrióloga. Pero si solo buscas una forma fácil de integrar probióticos naturales a tu día, el kéfir podría convertirse en tu nuevo favorito.

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Publicado por Redacción.