Para el petróleo mexicano, tres artículos hacen un mundo de diferencia.

Con la recién aprobada reforma energética mexicana, se modificaron tres apartes de la Constitución del país que prohibían la inversión extranjera en ese sector. Y se desplomó así un dique que por siete décadas mantuvo a raya a las multinacionales de los hidrocarburos en esa nación. Por eso, desde Houston y otros centros globales de la industria del petróleo, los capitales foráneos se preparan para entrar al país.

Los opositores a la medida, aprobada en diciembre de 2013, alegan que se está haciendo a un lado una tradición de nacionalismo para entregar a extranjeros su recurso natural más preciado. Los defensores, en cambio, insisten que la reforma significará cerca de US $15 mil millones anuales en inversión y una nueva época dorada para el petróleo mexicano.

Pero en Estados Unidos, la pregunta del millón de dólares es qué tan rápido descenderán sobre México los capitales que buscarán rentarse del cambio constitucional más profundo de la economía mexicana en décadas. Por qué mientras en México se discute si se concedió demasiado al capital internacional, en Houston y Nueva York se preguntan si lo ofrecido será suficiente.

Industria estancada

En Houston, la capital mundial de los hidrocarburos, los inversores están en la línea de partida.

“La gran variedad de oportunidades que existen harán que empresas de todo tipo y tamaño se interesen en México” – Pablo Medina, analista de Wood Mackenzie, consultora basada en Houston

“La gran variedad de oportunidades que existen harán que empresas de todo tipo y tamaño se interesen en México”, dice Pablo Medina, analista de la consultora energética Wood Mackenzie, basada en Houston.

Solo esperan a que en Ciudad de México se expidan en los próximos meses las leyes complementarias y se anuncie por el gobierno la convocatoria a las subastas de campos petroleros con las que esperan se concrete esta bonanza energética anunciada. El banco estadounidense JP Morgan Chase estimó en noviembre pasado que la reforma hará que lleguen más de US$1.000 millones mensuales en inversión a la economía de México.

La primera ronda de subastas de campos, dice Medina, podría ocurrir en 2015, y no solo es dinero estadounidense el que está interesado. El analista estima que empresas estatales de Asia también podrían dirigir recursos hacia México de darse las condiciones apropiadas.

Inyección de dinero

Emilio LozoyaEl jefe de Pemex, Emilio Lozoya, ha dicho que los primeros proyectos podrían empezar a llegar este año.

La inyección de dinero llegaría en un buen momento. La industria petrolera mexicana, en manos del monopolio estatal de Pemex, ha perdido terreno, pues son muchos los que creen que la entidad no tiene los recursos financieros ni técnicos para mantener una industria petrolera de talla mundial.

Señalan que en la última década México ha venido produciendo y exportando menos petróleo, e importando cada vez más gas natural. Eso mientras al otro lado de la frontera, Estados Unidos experimenta un explosivo crecimiento de su producción, especialmente por cuenta de los depósitos del gas esquisto, aprovechados mediante el complejo y polémico procedimiento del “fracking”.

Por eso, hay quienes apuestan que la reforma se sentirá primero en el norte mexicano. Estados Unidos ya obtiene cerca de un millón de barriles diarios en el enorme yacimiento de Eagle Ford en Texas, al borde de la frontera y muchos creen que la explotación de ese yacimiento de petróleo y gas natural se extenderá al lado mexicano, una vez los inversores extranjeros traigan el capital y la tecnología necesarios.

Otros creen que la presencia de los capitales extranjeros se sentirá en una actividad más intensa de exploración en las áreas submarinas de México, nuevamente gracias a la llegada de la tecnología extranjera en pozos de aguas profundas. Y que yacimientos convencionales como el de Chicontepec en Veracruz, también tendrán un segundo aire.

Los inconvenientes

Reforma energéticaPeña Nieto promovió una reforma energética en contra de la opinión de amplios sectores de la sociedad mexicana.

Pese a esta euforia aparente, todos los analistas consultados coinciden en advertir que la anunciada bonanza de inversión extranjera todavía podría empantanarse. “El diablo está en los detalles”, advierte Tim Samples, profesor de la Universidad de Georgia y experto en el marco regulatorio del petróleo mexicano. Pues si bien la constitución se cambió, en los próximos tres meses se espera la aprobación de leyes complementarias que definan los términos exactos en que deben competir los extranjeros que quieran explotar petróleo en México.

“Lo más importante es dar términos fiscales que sean atractivos cuando se les compara globalmente. El capital bien pudiese irse a cualquier otra parte del mundo de ser los términos más estrictos que lo que se tiene globalmente”, la asegura Medina.

Tampoco creen que la reforma producirá resultados de un momento para otro. Pemex ha dicho que los primeros proyectos podrían estar en curso este mismo año, pero Samples dice que el impacto se sentirá con más fuerza en cinco a diez años, “eso asumiendo que los precios internacionales de energía sigan robustos” y la legislación complementaria sea la que los inversores esperan.

Luego está el espinoso asunto de la seguridad. La explotación de muchos de los yacimientos requerirían operaciones de extranjeros en zonas afectadas por la narcoviolencia de los últimos años.

Pemex seguirá dominando

Y finalmente, la viabilidad política futura de la reforma. Es imposible ignorar que la propiedad estatal del petróleo fue uno de los pilares de la cultura política de México, uno de los grandes orgullos de la Revolución. Muchos lo extrañarán, y advierten que el nacionalismo energético podría ser uno de los temas grandes de las próximas elecciones.

Ante eso, los analistas consultados creen que el capital extranjero no dominará a la industria ni ahora ni en el futuro. Pemex, aseguran, mantendrá un papel preponderante en el petróleo mexicano.

Aviso de PemexLa entrada de capital extranjero es resistida por sectores nacionalistas en México.

“Pemex se mantendrá dominante en áreas en las que tiene ventaja, como la exploración en aguas poco profundas”, dice Tim Samples, de la Universidad de Georgia. Pero para el experto, en otras zonas de la industria, como en las aguas profundas y en los depósitos no convencionales, las empresas extranjeras ocuparán un nicho importante.

Cooperación energética

Shannon O’Neill, experta en relaciones con México del Council on Foreign Relations, una organización no gubernamental basada en Nueva York, cree que el impacto más rápido de la reforma no se sentirá en la explotación de los hidrocarburos, sino en su transporte. “Es posible que veamos nuevos oleoductos y gasoductos entre México y Estados Unidos”, transportando principalmente gas natural estadounidense a México, donde la demanda está en franco aumento.

La investigadora dice que esa inversión y complementación en el área energética podría tener un impacto positivo en las relaciones políticas entre las dos naciones.

Entre tanto, sin embargo, muchas cosas tienen que pasar todavía para que la bonanza petrolera mexicana se haga realidad. Mientras políticos opositores mexicanos denuncian que la reforma le está poniendo condiciones demasiado favorables a los extranjeros, en Estados Unidos muchos advierten que podrían no ser suficientemente atractivas.

Shannon O’Neill dice que en este sentido la reciente experiencia brasileña es aleccionadora. “Brasil encontró reservas enormes de petróleo, pero la inversión ha sido muy lenta porque las reglas no han sido muy atractivas para muchos inversores”.

Y si eso pasa en México el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto podría terminar en un sitio bastante incómodo, habiendo asumido el costo político de autorizar la inversión extranjera, y sin que el país reciba todos los anunciados beneficios.

(BBC)