Un nuevo estudio intenta poner a luz las motivaciones detrás de la infidelidad en las personas. En el estudio, donde los investigadores le preguntaron a 495 jóvenes adultos sobre su experiencia con la infidelidad en un cuestionario en internet.
Lo que descubrieron fue que en gran parte, las respuestas confirmaron lo que la ciencia ya sabía: que la gente es infiel cuando no se sienten satisfechos con su relación, se sienten ignorados, abandonados o enojados o cuando empiezan a sentir interés por otra persona.
Pero el cuestionario reveló otras cosas también, aquí hay unas de las cosas que la gente admitió:
“Me había ‘desenamorado’ de mi pareja”
“Yo no estaba muy comprometido con la relación”
“Quería ser más popular”
“Quería una mayor variedad de parejas sexuales”
“Estaba borracho y no estaba pensando con claridad”
¿Por qué importa esto? Pues, significa que la infidelidad va mucho más allá de el puro amor (o falta de) entre dos personas. Podría tener que ver con cómo el infiel se siente consigo mismo o la clase de mala situación en la que se encuentran.
Sería un error concluir que todos los romances y comportamientos relacionados con la infidelidad resultan de manera similar por carencias en la relación principal.
¿Así que qué otros factores hacen la diferencia?
La gente menos concienzuda es más probable que sea infiel, al igual que aquellos con “apegos inseguros.” No sentirse seguro en una relación es una receta perfecta para la infelicidad. Y sentirse menos satisfecho o comprometido te impulsa a buscar seguridad en otro lado.
Es más, la gente que evita la intimidad y la cercanía son más probables de buscarlo fuera de la relación con la intención de darle un boost a su autoestima.
También descubrieron en el estudio que todas las razones típicas que escuchas de por qué los hombres y las mujeres llegan a ser infiel son reales. Los hombres lo hacen por deseo sexual y las mujeres lo hacen porque sienten que sus necesidades no se están cumpliendo en la relación.
Si te han sido infiel, entonces seguro te llegaste a preguntar innumerables veces “¿qué salió mal?” en tu última relación.
Debes hablar con tu pareja. Es la única manera de entender si hubo un hueco en la relación que valiera la pena o no por arreglar. Es una conversación difícil e incomoda, claro, pero es una plática indispensable para tu propia felicidad y bienestar mental.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.