Te duele el hombro cada que lo usas, pero no entiendes por qué, no es como que has estado haciendo muchos esfuerzos ni nada muy estresante, ¿así que de qué se trata?

El hombro es una de las articulaciones más móviles en el cuerpo, lo cual significa que hay mucho que podría salir mal con él. Si te duelen los hombros, puede ser por una combinación de algunas cosas, porque la articulación del hombro es complejo.

Pero la principal razón por la que a la gente le duelen los hombros suele ser por tener una mala postura.

La mala postura puede causar desbalances musculares de fuerza y tensión que en cambio causan que el húmero no quede perfectamente sobre el omoplato. Ya que estos desbalances suelen ser el resultado de estar sentado sobre el escritorio todo el día, arreglar tu postura es importante si quieres dejar de sentir este dolor.

¿Así que por qué es considerado una articulación tan compleja el hombro? Es la articulación de tu húmero sobre la escápula. El brazo se mueve sobre el omóplato y el omóplato se mueve sobre las costillas. También está la clavícula que interactúa con el esternón y la escápula. Con tanta funcionalidad, cualquier cosa desde un esfuerzo muscular a esguinces de ligamentos podrían afectar el hombro y causar dolor e incomodidad.

Si tienes la postura perfecta y tus hombros aún duelen, existen algunas razones para explicarlo. Aunque algunas lesiones pueden ser causadas por sobre-uso o demasiado ejercicio con mala forma. Otros podrían ser de una naturaleza más traumática.

Aunque el dolor en los hombros puede que sea causado por algo aparte de ejercicio o un accidente. Una de las causas más comunes en este caso es algo llamado un choque de hombro. Esto es cuando el movimiento de los dos huesos no se alinean perfectamente y algo termina siendo pellizcado cuando haces algo como intentar agarrar algo sobre ti. Si este dolor persiste, siempre ve con el doctor.

El primer paso para corregir tu postura debería ser abrir el pecho, así que empieza acostándote verticalmente sobre una rueda de espuma de manera que esté alineada con tu columna. Luego deja tus brazos colgar hacia los lados, doblando los codos a 90º. Esto te ayudará a abrir tus músculos pectorales, liberando algo de presión de tu espalda.

Aunque esta sea una buena manera de empezar, definitivamente vale la pena programar una cita con el doctor o un fisioterapueta para ayudarte a solucionar el problema de una buena vez.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.