Cuando la gente se refiere al poder de rejuvenecimiento de la sangre joven, se suelen decir metafóricamente. Pero nuevos estudios demuestran que componentes en la sangre de ratones jóvenes puede rejuvenecer a animales más viejos de muchas diferentes formas. Y se cree que podría aplicarse lo mismo con humanos.
En algunos estudios, hicieron fluir la sangre de un ratón joven a uno viejo con sus sistemas circulatorios conectados directamente. En otro estudio, la sangre de los jóvenes junto con una proteína llamada GDF 11 fue inyectado en roedores mayores. En todos los casos, los ratones viejos mostraron señales de mejoramiento en salud, casi como si se hubieran vuelto jóvenes otra vez.
El ADN de células madre de músculo viejo fue reparado, la fuerza mejoró y pudieron correr por mucho más tiempo.
La proteína usada, GDF 11, ya se sabía que podía contrarrestar los efectos del envejecimiento relacionados con el corazón. Pero Amy Wagers dio a notar que también sirve con otros tipos de tejidos, en particular el esquelético, muscular y el cerebro.
«Esto significa que la proteína esta funcionando coordinadamente con otros tejidos,» dijo Wagers.
Las transfusiones también estimularon el crecimiento de neuronas en regiones del cerebro responsables de la formación de recuerdos y el sentido del olfato. Estos ratones pudieron distinguir mejor entre diferentes olores y recordando cómo navegar en un laberinto.
Hay un gran defecto en todos estos estudios. Los científicos tendrían que encontrar una forma para rejuvenecer las partes viejas del cuerpo, pero despertar las células madre podría llevar a que se reproduzcan sin control, incrementando dramáticamente la incidencia de cáncer.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.