La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que afecta a los huesos, haciendo que éstos se debiliten debido a la disminución del tejido que lo forma.
Cualquier persona puede desarrollar esta patología, pero es más frecuente en mujeres que en hombres, especialmente aquellas que se encuentran en etapa postmenopausia, debido a la disminución de los niveles de estrógenos.
Según detalla Astrid Münzenmayer, Directora de la carrera de Enfermería en la Universidad Andrés Bello, “se estima que la mitad de las mujeres pueden desarrollar osteoporosis y sólo un cuarto de los hombres mayores de 60 años”.
Como consecuencia de la osteoporosis, el hueso es menos resistente y puede romperse con mayor facilidad ante una caída o golpe, provocando una fractura, siendo esta último incluso el primer signo de la enfermedad.
“Las fracturas son más comunes en vertebras, caderas y muñecas. Las personas que sufren fracturas de cadera como consecuencia de una osteoporosis, tienen una alta probabilidad de morir debido a las múltiples complicaciones asociadas al reposo en cama y baja movilidad, como neumonías, trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar”, explica la enfermera.
Factores de riesgo
Entre los factores de riesgo de desarrollar esta patología, se encuentran la edad, antecedentes familiares de osteoporosis, menopausia antes de los 45 años, uso de medicamentos como corticoides por más de tres meses -ya que pueden desmineralizar los huesos-, deficiencia de calcio y vitamina D por malnutrición, consumo de tabaco y alcohol y el sedentarismo, puesto que la práctica de ejercicio físico estimula las células regeneradoras de hueso.
Pero, cómo prevenir esta enfermedad. Según la académica de la UNAB, “la realización de una densitometría ósea permite conocer el estado del tejido óseo, lo cual contribuye a prevenir o detectar a tiempo este problema e iniciar tratamiento”, dice.
La profesional detalla cuáles son las recomendaciones para evitar la osteoporosis: “mantener el peso ideal, realizar periódicamente ejercicio físico como caminar, bailar, correr, durante 30 minutos cinco veces por semana, ingerir una adecuada cantidad de calcio en la dieta, no fumar y el uso de medicamentos que contribuyan a mantener o aumentar la masa ósea, además de calcio y vitamina D”, dice.
“Sobre la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos, existe controversia respecto a si su uso es favorable en la osteoporosis, puesto que se asocia a un aumento en el riesgo cardiovascular, pero puede detener la pérdida de minerales en el tejido óseo. Se utiliza de preferencia en mujeres que han tenido menopausia antes de los 45 años”, concluye.