Un año después de recibir la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), una nueva droga contra la obesidad estará disponible en el país desde el próximo de martes.

El organismo aprobó Belviq, un medicamento oral por prescripción, en junio de 2012. La demora en su salida al mercado se debió en parte a una revisión de la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas, la agencia antidroga del gobierno norteamericano.

Podrán obtener la droga aquellas personas con un índice de masa corporal superior a 30 o aquellos con un IMC de 27 que tengan alguna condición médica vinculada con el peso, como la diabetes tipo 2.

Belviq, tal como especificó la FDA el año pasado, está pensada como un “suplemento al ejercicio y a una dieta saludable”.

El medicamento trabaja activando un receptor de serotonina en el cerebro, que podría ayudar a una persona a comer menos y sentirse satisfecha después de comer ingerir menores porciones de comida, precisó la FDA.

Belviq recibió el aval oficial casi al mismo tiempo que otra píldora para bajar de peso, Qsymia, que fue lanzada al mercado en septiembre.

La pérdida de peso es modesta con ambas drogas. Durante las pruebas clínicas, los pacientes pasaron de un promedio de 103 kilos a 93 con Qsymia: con Belviq, el peso promedio cayó de 100 kilos a 94.

Al momento de la aprobación, la FDA indicó que el fabricante de Belviq, Arena Pharmaceuticals, debería realizar seis estudios, incluyendo uno sobre los efectos cardiovasculares a largo plazo para evaluar los riesgos de ataques cardíacos.

Los efectos secundarios más comunes de Belviq en pacientes no diabéticos incluyeron dolores de cabeza, mareos y fatiga, según el organismo. Aquellos pacientes con diabetes sufrieron dolores y caídas de azúcar en sangre.

“Se desconoce si Belviq modifica los riesgos de problemas cardíacos”, afirma el sitio del medicamento.

CNN