Pocas cosas nos dan tanta satisfacción como tronar un grano. Sabemos que no debemos tocarlo, pero aveces simplemente no le puedes quitar las manos de encima. Aquí están las ocho etapas emocionales de tronarte un grano:
1. Determinación
Empiezas a sentir algo debajo de la piel, ahorita apenas es un poquito rojo y duele un poquito tocarlo. No entres en pánico, aquí no hay nada que ver… aún. Luego te prometes que no le harás nada a este grano y dejarás que desaparezca por su cuenta.
2. Obsesión
No dejas de verte en el espejo, no estas seguro si se nota o no. Te pones un poco de maquillaje y sientes que se nota más. Quizá está en tu cabeza. Sin más opciones, enfrentas al mundo como si acabaras de empezar con la pubertad.
3. Dolor
Te prometiste que no tocarías este grano, pero tus manos actúan por su cuenta. Se siente más grande y duele. No lo ibas a tronar, pero esta invasión en tu cara ya fue demasiado lejos cuando empieza a doler. No puedes quedarte con los brazos cruzados.
4. Negación
Lo tocaste y aunque tuviste cuidado, ahora esta chorreando el grano. Quizá sea un punto blanco que desaparecerá tan pronto como apareció después de liberar un poco de pus. Solo hay que tronarlo y cubrir los daños con un poco de maquillaje antes de que esto se salga de tus manos.
5. Engreimiento
Ya es hora de hacer algo al respecto, decides hacerte de dermatólogo y decides tomar acción. Mojas una toallita con agua caliente y lo presionas suavemente contra el grano, esto ya va a quedar atrás.
6. Ira
Ya no te importa usar tus dedos sin protección. Es hora del ataque y aprietas ese grano como si estuvieras pegándole a un cadáver porque no lo has matado suficiente. Pero se rehusa a dejarte en paz, ahora esta más grande, más rojo y parece estar enojado ahora. Ya no hay nada que puedas hacer para cubrirlo, creaste un monstruo.
7. Desilusión
Después de un rato, lograste romper la superficie, pero no fue tan gratificador como creíste y ahora hay un desastre que tienes que limpiar. ¿Será demasiado tarde para usar una crema para esto? La que hubieras usado desde un inicio en vez de hacer todo lo que has hecho. Le pones hielo al grano, lamentando tu falta de disciplina y rezando por que no te deje cicatriz.
8. Arrepentimiento
Quizá ya no sea parte del relieve de tu cara, pero ahora esta todo rojo y chorreando. Sigue aplicando productos para tratarlo y evita el maquillaje que sólo empeorará las cosas. Aprende de tu experiencia y nunca vuelvas a luchar contra tus granos.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.