Quizá no sea un cliché y quizá no tantas películas lo hayan hecho como para que el chiste ya se volviera aburrido, porque definitivamente siempre son entretenidas esas escenas en donde una persona pierde el equilibrio o lo que sea y se pasa los siguientes minutos cayéndose por una montaña hasta llegar a un punto plano.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.