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Ya sabes cómo es. Conoces a una persona encantadora y tarde o temprano te encuentras en la compañía de esta persona con frecuencia. El tiempo que pasan juntos y los mensajes de texto los mantienen interesado porque ambos la están pasando bien.  Lo que queda claro a estas alturas es que hay algo entre ustedes dos que los esta uniendo. Esto es lo que pasa cuando empiezas a salir con alguien, y no existe presión aún para forzosamente verse seguido porque ninguno de los dos se siente atrapado aún.

Esto es conocido como la relación casual donde el mundo esta hecho de arcoiris y unicornios…

…hasta que un día deja de serlo. Un día estas disfrutando de la diversión de la relación sin ninguna de las responsabilidades que conlleva ni la presión con la otra pareja y el otro día cae el mazo con la forma de una o todas estas situaciones:

El desvanecimiento: los mensajes para, las llamadas se vuelven menos frecuentes. Esta es la forma más común que termina una relación casual. Nunca se llega a nada claro, nunca existe un título entre los dos y uno o ambos empiezan a perder el interés hasta que tarde o temprano o de repente ya no hay contacto alguno. ¿En realidad esto parece justo? Es aceptable después de una sola cita, pero no después de que se haya invertido una buena cantidad de tiempo.

En lugar permanecer en silencio, debería existir alguna forma de cierre. Aunque lo más seguro es que este cierre no necesariamente explique por qué se perdió el interés, pero por lo menos es la forma correcta de dejar a alguien desvanecerse de tu vida.

Si tu relación casual llegó a este punto, entonces ya es hora de seguir adelante.

Alguno de los dos desarrolla sentimientos de verdad por el otro: no es ningún secreto que las mujeres buscan un compromiso más que los hombres. A veces sentimos que podemos con eso sin apegarnos demasiado. Nos gusta nuestra libertad tanto como cualquier otra persona, pero luego tu pareja casual hace algo que te conmueve tanto que hasta duele. Salen a una fiesta luego y alguien te pregunta que si están juntos y ves como esta persona evita la pregunta y sigue adelante.

Luego te encuentras preguntando “¿Y qué si?” y te das cuenta que ya no puedes seguir engañándote. No has establecido ninguna especie de compromiso con tu pareja casual, pero no puedes imaginar tu vida sin esa persona.

Aquí entra la pregunta: ¿A qué vamos con esto? De una forma u otra aquí termina la relación casual ya sea porque se dejan de ver o empiezan una relación más seria.

Lo cómodo ya no es emocionante: uno de los dos ya no siente interés por el otro. Puede que se hayan expresado sentimientos pero no fue mutuo. O capaz te diste cuenta que estas listo para una relación de verdad sin importar lo difícil que sea.

Esto no es malo. Claro, puedes sentirte un poco incomodo y no saber cómo manejar la situación, pero ser honesto siempre es la mejor opción para no complicar las cosas. Quieres más de una relación, estás listo para seguir adelante pero esta persona no es para ti y quieres conocer a alguien con quien veas un futuro. Quieres enamorarte y no sólo pasar el tiempo juntos, esto es normal.

Fin y al cabo, las relaciones casuales pueden ser muy divertidas, pero no necesariamente son para todos. tomen esto en cuenta cuando se encuentran interesados en alguien con quien no buscan compromiso.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.