Quizá pienses que tronarte los granos o dormir constantemente sin quitare el maquillaje primero es tu peor problema con el cuidado de tu piel, pero hay un problema común que la mayoría de la gente comete sin saber que está mal.

Limpiarte la cara de más es el error más común en las rutinas de cuidado personal en la gente. Al hacer esto, estás eliminando la barrera protectora de tu piel. Sin esta, serás más vulnerable a cosas como granos, rosacea, eczema y hasta al envejecimiento prematuro.

Aquí te listamos algunos de los errores más comunes que cometes que seguro nunca supiste que estaban mal:

Te saltas la pre-limpieza

Quizá uses una toallita desmaquilladora y te vas a la cama, pero eso sólo elimina la mugre exterior sin realmente limpiarla piel en sí. Usa un limpiador a base de aceite para quitarte el maquillaje de la manera más gentil, talla con los dedos (secos) para descomponer las fórmulas a prueba de agua y luego agrega agua para emulsionar y enjuagar.

Usas el producto equivocado

Lávate la cara dos veces al día con un limpiador que no elimine la capa protectora de la piel. Busca productos que digan “sin espuma” o “sin jabón” en la etiqueta. Si la piel la sientes apretada cuando terminas, el producto es demasiado fuerte para tu piel.

Usas el agua a temperatura equivocada

Es un mito lo que dicen de que el agua caliente abre los poros y el frío los cierra. La realidad es que los poros no tienen músculos para abrir y cerrarse. Aunque el agua caliente pueda sentirse rico sobre tu piel, puede afectar la protección de tu piel, resultando en una sobreproducción de sebo. Agua tibia es lo mejor para limpiar gentilmente tu cara.

Te exfolias de más

Esto puede resultar en deshidratación e inflamación de la piel. Opta por un exfoliador manual para que controles la intensidad y sólo úsalo una o dos veces a la semana.

Tallando tu cara para secarla

Nunca es bueno que talles tu piel ya que se jala y esto pone la elastina bajo riesgo. Y procura tener una toalla que uses exclusivamente para tu cara para evitar la propagación deb bacterias, especialmente después de lavarte la cara.

Esperas para humectar tu cara

Para maximizar la absorción y ayudar a sellar la humedad dentro de la piel, aplica el humectante inmediatamente después de lavarte la cara mientras la piel sigue un poco húmeda. Si esperas a que se seque, será más difícil para que los ingredientes penetren en la piel.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.