Quiero hablarte acerca de la fidelidad, vamos a reconocer el concepto desde su origen, viene del latín “fidelitas” que significa lealtad, sin embargo el término surge bajo la connotación de tenerle lealtad a un rey o dios.
La real academia de la lengua española lo define concretamente como “Lealtad, observancia de la fe que se le debe a otra persona”
¿En dónde te posiciona el hecho de decir que le eres fiel (desde esa definición) a tu pareja? Parece que eso te coloca en un lugar inferior, ya que sería cómo rendirle culto a un ser superior y ¿qué no se supone que por eso le llamamos “pareja” para estar al parejo?
La fidelidad te la debes a ti mismo. Es sólo así que podrás brindarle respeto, seguridad, apoyo e incluso exclusividad íntima a tu pareja.
Es cuando te respetas, cuando sabes amarte y apoyarte que podrás comenzar a pensar en darle lo mismo a esa persona con quién has decidido compartir un espacio de intimidad, no sólo física sino también afectiva.
Si aún no te sientes con la plenitud interna de saber que en el fondo sólo necesitas de tu auto aprobación y cuidado, puedes comenzar a preguntarte ¿Cómo podrías dar algo de lo que no te has provisto a ti mismo/a? Te invito a que empieces por entender cómo cubrir tus necesidades para que sea entonces que puedas otorgarle lo respectivo a tu pareja.
El respeto a tu relación será mucho más sólido cuando ambas partes se conciban como individuos íntegros y completos, sabiendo que no les hace falta nada del otro sino que decidieron formar esa pareja para construir un espacio en el que ambos habiten. Sabiendo esto, podrán tener claro que están ahí por elección propia y es entonces cuando no habrá preocupación por que alguien de afuera destruya ese espacio por que ambos desean estar el uno con el otro y sabiendo que amas y eres amado no habrá deseo de estar con nadie más.
No te enfoques en serle fiel a tu pareja. La exclusividad íntima, sexual y afectiva en la pareja son un efecto, es algo que puedes dar por hecho si lo construyes de forma consciente y positiva. La causa es la plenitud que se vive en una relación que se sabe sólida gracias a que saben que están ahí por que así lo desean y así lo decidieron para crear algo más grande que ustedes mismos para formar un nosotros. Una vez teniendo esto no habrá posibilidad de estar con nadie más y la exclusividad íntima en tu relación sucederá por si sola.
Quiero aclarar que esto funciona en todas tus relaciones personales, familia, amigos, compañeros, una vez que te sabes un ser completo por ti mismo/a y nutres tus propias necesidades de afecto, es cuando podrás compartirlo con la gente que te rodea y podrás recibir también el amor y apoyo de aquellos con quienes estás, por que saben que entran en este dar y recibir sólo por el placer de compartir y no por obligación. Esto es lo que fortalece las relaciones, el saber que no se lo debes a nadie sino que lo hacen por elección propia, plena y consciente. Por que no sólo pueden sino que quieren hacerlo.
Así que te invito a que reflexiones esto, quizá no sea fácil, quizá no suceda de la noche a la mañana pero te aseguro que si desarrollas tu interior podrás gozar de relaciones mucho más fructíferas y placenteras.
Si ya estás acá seguro te querrás leer, El matrimonio no es para ti, te garantizo que te gustará.
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