Alfonso Cuarón, cineasta mexicano ganador del Oscar 2014 como mejor director por Gravity, destinó una carta abierta a Enrique Peña Nieto en la que lo cuestiona sobre la reforma energética.
Mediante 10 preguntas, Cuarón solicita que el presidente “nos informe sobre el ‘sentido y alcance de la reforma’” luego de que el titular del Ejecutivo federal comentara que el cineasta no estaba bien informado sobre el tema.
El multipremiado director explica que si no está informado es “porque el gobierno que usted encabeza no ha compartido conmigo –con nosotros, los mexicanos– elementos indispensables para entender ‘el alcance y el sentido de las reformas’”.
“La razón es más simple: el proceso legislativo y democrático de estas reformas fue pobre y careció de una discusión profunda, y la difusión de sus contenidos se dio en el contexto de una campaña propagandística que evadió el debate público”, denuncia.
Estas son sus 10 preguntas:
1.- ¿Cuándo bajarán los precios del gas, gasolina, combustóleo y energía eléctrica? ¿Qué otros beneficios tangibles se esperan de la reforma? ¿Cuál es el cronograma de estos beneficios?
2.- ¿Qué afectaciones específicas habrá al medio ambiente con prácticas de explotación masiva? ¿Qué medidas se tomarán para protegerlo y quién asumirá la responsabilidad en el caso de derrames o desastres?
3.- Los hidrocarburos son recursos no renovables y su impacto en el medio ambiente es enorme. ¿Existen planes para desarrollar tecnologías e infraestructuras de energía alternativa en nuestro país?
4.- De la reforma aprobada derivarán contratos multimillonarios. En un país con un Estado de Derecho tan endeble (y muchas veces inexistente) como el nuestro, ¿cómo podrán evitarse fenómenos de corrupción a gran escala?
5.- Las trasnacionales petroleras en el mundo tienen tanto poder como muchos gobiernos. ¿Qué medidas se tomarán para evitar que el proceso democrático de nuestro país quede atrapado por financiamientos ilícitos y otras presiones de los grandes intereses?
6.- ¿Con qué herramientas regulatorias cuenta el gobierno mexicano para evitar que se impongan las prácticas de depredación que puedan cometer las empresas privadas que participarán en el sector?
7.- ¿Cómo asegurar que la reforma incremente la productividad de Pemex, si no se enfrenta el problema de la corrupción dentro del sindicato?
8.- Si Pemex aportó durante 70 años más de la mitad del presupuesto federal (con el que se construyó la infraestructura nacional, se sostuvo la educación y los servicios de salud gratuitos), ahora que el aporte del petróleo no irá directamente de Pemex a las arcas, ¿cómo se cubrirá dicho presupuesto?
9.- ¿Cómo asegurar que las utilidades no se canalicen a la expansión de la burocracia sino que lleguen al propietario original de esos recursos, que es el pueblo mexicano?
10.- Dos experiencias desastrosas permanecen en la memoria de los mexicanos: la quiebra de 1982 (luego del dispendio, la ineptitud y la corrupción que caracterizó el manejo de la riqueza petrolera en los años setenta) y las reformas discrecionales y opacas de tiempos de Salinas de Gortari, buenas para las manos privadas, pero dudosas para los consumidores. ¿Qué nos garantiza que esas experiencias, que han ahondado los abismos sociales, no se repitan? Usted y su partido cargan con la responsabilidad histórica de estas reformas. ¿Cree realmente que el Estado mexicano tiene los instrumentos para llevarlas a cabo con eficacia, sentido social y transparencia?