Es muy notoria la campaña del gobierno que invita a la gente a leer 20 minutos al día. Esta campaña esta acompañada de artistas, deportistas, actores, tanto nacionales, como extranjeros.

El comercial que más me llama la atención, es el que hace la fundación del equipo de fútbol Barcelona, en el que usa a tres de sus figuras: Xavi Hernández,  André Iniesta y Gerard Piqué, donde nos hacen un relato que hace que nuestra imaginación vuele, que es una de las tantas cosas que nos da la lectura.

Con la lectura podemos mejorar nuestra ortografía, dicción, redacción,  así más de que nos da, si es su caso, información de algún tema en particular o especial.

Esta campaña esta siendo apoyada por el gobierno del Distrito Federal con una feria del libro, misma que su difusión es mínima. Vemos más anuncios de la feria de Aguascalientes que de esta del libro.

Pero este tipo de invitación que se nos hace, para mi gusto, es muy estéril. Por qué lo digo:

En México la gente no es que no sepa leer,  es que no le gusta, y aunque algunas veces llegará a leer, es flojo hasta para hacer lo que le lee.

La gente no lee letreros con dos, tres, cuatro o máximo cinco palabras. Letreros que nos dan indicaciones, que nos advierten de algún peligro o que nos da alguna instrucción, o que nos avisan de algo.

Letreros como: no pasar, vuelta prohibida, no fumar, sólo entrada, sólo salida, no maneje si bebe, velocidad máxima de X km/hr,  sólo adultos, no pase, respete las señales, no entrar con alimentos, etc.. son tantos los avisos que hay en nuestro día a día que vemos, pero no leemos.

La gente puede ser tan floja para leer,  que cuando va a un restaurante, pide que le digan las sugerencias del día.

La cultura de la lectura en nuestro país, debe de empezar desde la primaria, con programas más agresivos para acostumbrar a los niños a leer y que cuando lleguen a una edad madura, ya sea unahábito y no sólo una sugerencia. De no ser así, serán inútiles las campañas de hacer leer a la gente.

Bueno eso opino yo. Y tu, ¿que opinas?

Escrito por Víctor Cueto.