Ya pronto tendremos que regresarle una hora a nuestros relojes, por lo tanto “tendremos una hora más para dormir” este domingo, 1 de noviembre. Aunque esto suene bueno para el día después de halloween, pero es sorprendentemente duro para el cuerpo. El cambio de horario es como un jet lag impuesto por la sociedad.

¿Qué es el cambio de horario?

La hora que usamos en el hemisferio norte entre noviembre y marzo es conocido como el “tiempo estándar.” El resto del año le decimos a la hora “horario de verano.” Sin embargo, en el hemisferio sur es al reverso, el horario distinto es entre noviembre y marzo.

Para confundirte aún más, el cambio de horario no se practica en todo el mundo. En la mayor parte de Asia y África, al igual que partes de Australia y Sudámerica no utilizan el cambio de horario. Incluso donde sí se practica, el ajuste de hora se hace en distintas fechas, causando más variaciones regionales.

¿Por qué usamos el cambio de horario?

Si vives en una parte del mundo que experimenta grandes cambios en clima y en las horas de día y noche entre el verano e invierno, probablemente disfrutes del tiempo adicional que tienes para estar fuera durante el verano.

Aunque no queda claro si los inconvenientes de este cambio de horario valen la pena. Inicialmente era una cuestión para ahorrar energía, pero nuevos estudios, debido a que actualmente utilizamos la electricidad a lo largo del día para usar la televisión o la computadora y los focos se han vuelto sumamente eficientes, el caso de ahorrar energía ya no es tan aplicable para el caso del cambio de horario. Por lo tanto, prolongar nuestros días podría aumentar nuestro uso de electricidad. Los estudios son inconclusos, pero se estima que el ahorro energético no ha de ser mayor del 2%.

Cómo lidiar con el cambio de horario

En un mundo perfecto, el cambio de horario no impactaría nuestro ritmo circadiano dos veces al año. Lo ideal sería permitir que nuestros ritmos circadianos se emparejen con los ciclos de luz y oscuridad que ocurren con cada temporada. Pero como esto no es nuestra realidad, aquí hay unos consejos para hacer el cambio menos fuerte sobre tu cuerpo:

  • No te desveles
    Cuando regreses la hora en tu reloj en otoño, tu ritmo circadiano te hará querer dormir y levantarte más temprano que el ambiente que te rodea. Un gran error que comete la gente en este momento es mantenerse despierto creyendo que van a dormir una hora más. Es importante no contar con esta hora adicional para dormir ya que tu ritmo te querrá despertar antes
  • Usa el sol
    Es más fácil ajustarse al cambio de invierno que el de verano, especialmente para aquellos que trabajan horas estándar durante el día, ya que pueden ajustar el tiempo que están expuestos al sol. Así que intenta estar expuesto al sol tanto como puedas después de ajustar el reloj para facilitar la transición.
  • Toma tu tiempo
    Si trabajas con un horario no tradicional, o si tienes tiempo extra en la mañana, sería más fácil la transición si te despiertas entre 10-15 minutos más tarde cada día de la semana antes del cambio de horario. Una siesta es buena opción para solucionar el cansancio que podrás sentir durante este cambio de horario.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.