Levanta la mano si alguna vez asumiste que la grasa la eliminas cuando vas al baño cuando estás bajando de peso. No está tan descabellado pensar esto, además no está totalmente equivocada, pero definitivamente no es todo el proceso.

Han habido estudios viejos circulando recientemente que dicen que cuando eliminas grasa del cuerpo, realmente lo estás haciendo a través de tu respiración.

En el estudio, publicado originalmente en el 2014, los investigadores vieron qué pasaba con los átomos de 10 kg de grasa mientras se iban “perdiendo.” Alrededor de 18.5 de estos compuestos fueron exhalados como dióxido de carbono a través de los pulmones y el resto se volvió agua para ser excretado en la orina, los heces, el sudor, aliento, lágrimas u otros fluidos corporales.

Es fácil leer esto y creer que estás respirando pedazos de grasa cuando bajes de peso, pero así no es como funciona. La realidad es que exhalas los subproductos metabólicos de grasa y no células de grasas en sí.

Cuando alguien empieza a bajar de peso, el tamaño de sus células grasas disminuye, pero no desaparecen por completo, realmente sólo se encogen.

Pero esto es lo que se vuelve complicado: cuando bajas de peso, tu cuerpo realmente trata de recuperar ese peso, así que podrás notar disminuciones en qué tan lleno o cuánta hambre sientes.

Por suerte, el ejercicio puede ayudar a prevenir que las células grasas se vuelvan a hacer grandes, lo cual explica por qué mantenerse con el ejercicio ayuda a regular el peso y mantenerlo a la raya.

Cuando bajes de peso, toma en consideración que es mejor hacerlo lentamente para que tu cuerpo puede acostumbrarse al nuevo orden. De lo contrario, podrá entrar en modo auto sabotaje. Y esas células de grasa en realidad no se van a ningún lado, sólo bajan de peso igual que tú.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.