Los coches sin conductor ahora pueden tener un mejor desempeño que muchos corredores de carreras hábiles, como recientemente fue demostrado en una prueba donde pusieron a correr a un piloto de carreras contra un coche automatizado.

El equipo de investigación en la Universidad de Stanford diseño un audi TTS modificado, que llamaron Shelley, que estaba programado a correr por su cuenta a velocidades arriba de 190 km/h.

Cuando lo probarón contra David Vodden, el director ejecutivo de pistas y campeón amateur de la clase de gira, Shelley fue más rápida por 0.4 segundos.

Para poner a los coches al tanto, el equipo ha estado estudiando a los conductores, incluso poniendo electrodos en sus cabezas para poder monitorear la actividad cerebral con la esperanza de aprender cuáles son los circuitos neurológicos que se usan durante maniobras difíciles manejando.

Estos resultados los suaron para crear un coche que puede manejar mejor incluso que algunos pilotos expertos. Se cree que dentro de 15 años, los coches podrán conducir por sus cuentas con la habilidad de Michael Schumacher.

Los investigadores han querido desarrollar coches que pueden conducir tan bien como los mejores conductores humanos. Los pilotos de carreras son muy hábiles para usar la fricción de las llantas en la pista a su ventaja. Pero no sólo se trata de velocidad, también hay que tener control sobre el coche para que no se salga de la pista en curvas.

Al estudiar a los pilotos, en realidad están estudiando la matemática detrás de la física de correr un coche a altas velocidades y con las ecuaciones que saque uno de este estudio podría implementarlo para la seguridad en las carreteras.

Entre estas ecuaciones y los avances que se han hecho con los coches automatizados, hemos llegado a un punto donde se puede comparar un coche automatizado con las habilidades de los mejores pilotos de carrera.

Una gran diferencia que se pudo observar es que por su mayor parte, los pilotos no usaban gran parte de sus facultades para negociar con las curvas, sino que lo hacían casi por instinto, en cambio, el coche usa algoritmos de estabilidad cuando se acerca a las curvas. Según los resultados, estos algoritmos funcionan perfectamente ya que el coche calcula exactamente cuánto debe frenar y en qué preciso momento debe hacerlo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.