Esta el libro «Los dominios del Ónix Negro. La elevación» a la venta, de la escritora hidrocálida Adriana González Márquez, segunda parte de la saga «Los dominios del ónix negro».
En esta nueva entrega, «Vanessa» tiene 17 años, está en el último semestre de la preparatoria y, según ella, tiene una vida aburrida y poco atractiva y divertida. Lo único que hace que sus días sean tolerables son sus sueños, los cuales la llevan a lugares muy apacibles.
De acuerdo con la trama, lo malo del asunto es que últimamente éstos no han sido tan cordiales. Si bien en ellos se ha topado con «Erick», un apuesto joven que se siente irremediablemente atraído por «Vanessa», también ha estado en un par de ocasiones en peligro de muerte.
Sin embargo, y no obstante esos riesgos, la chica se ha obsesionado de tal modo con «Erick», que ya no pone atención a nada de lo que ocurre alrededor de su vida cotidiana, aunque ésto le cueste la posibilidad de hacerse novia del alumno más guapo de toda la escuela.
Tras varias semanas de incertidumbre, el mundo de «Vanessa» se desmorona cuando descubre que nunca ha soñado, sólo se ha transportado a una realidad alterna, la cual se encuentra amenazada por un ser malévolo que se está apoderando de las almas de sus habitantes.
Pero el panorama no es tan desolador. Antiguas profecías señalan a «Vanessa» como la elegida para salvar, o llevar a su destrucción, a los habitantes de esa realidad, entre ellos al apuesto «Erick», quien ha jurado proteger a la joven, aún a costa de su propia vida, para enamorarla.
Los editores de esta novela han dejado ver que la historia continuará en breve con la aparición de «Los dominios del ónix negro: La conexión», de la misma autora, quien a los cinco años rogó a su madre que le leyera una novela de «suspenso noir», nada apropiada para su edad.
Así, Adriana escribió su primer cuento a los 12 años, pero le pareció tan malo que optó por destruirlo. En la universidad fue de carrera en carrera hasta llegar a la licenciatura en Enseñanza del idioma inglés. Le gustan las tormentas eléctricas, odia levantarse temprano y es algo malhablada.
México, 3 Sep (Notimex).