Los humanos experimentamos una gama de emociones, todo desde la felicidad extrema hasta la depresión. Todas estas emociones provocan una sensación diferente dentro del cuerpo. Nuestros cuerpos liberan diferentes químicos cuando experimentamos varias cosas que nos hacen felices y cada químico crea un ambiente diferente dentro del cuerpo. Por ejemplo, si tu cuerpo libera serotonina, dopamina u oxitocina, te sentirás bien y feliz. Por lo contrario, si tu cuerpo libera cortisol cuando estas estresado, tendrás una sensación totalmente diferente y asociado más con tu cuerpo entrando en modo de supervivencia.
¿Pero qué cuando pensamos en cosas negativas o positivas todo el tiempo? ¿Qué si no tienes la carga emocional para sentir algo negativo ni positivo?
Nuestra percepción de lo que es positivo vs. negativo
Pasamos gran parte del tiempo definiendo qué es positivo y qué negativo. El cerebro es poderoso y conforme vamos definiendo cómo deben ser las cosas, empezamos a ver los resultados en nuestro mundo.
¿Nunca te has dado cuenta que cuando alguien va manejando y otra persona se le cierra, algunas personas pierden los estribos y se enojan y de repente su predisposición se vuelve negativo y terminan de mal humor? Por otro lado, cuando esto le sucede a otras personas, simplemente frenan y siguen con su día como si nada hubiera pasado. En este caso la misma experiencia puede ser vista como negativa por unos mientras otros no lo consideran así. ¿Así que las cosas son positivas y negativas o somos nosotros que lo definimos así?
Si lo piensas, te darás cuenta que las experiencias positivas y negativas son así porque nosotros lo definimos como tal. Por lo tanto nuestra percepción tiene todo el poder de cómo nos sentimos cuando esto sucede y cómo es afectado nuestro cuerpo. Podemos trabajar para avanzar más allá de nuestras definiciones de las experiencias para llegar a un estado mental donde simplemente aceptamos las cosas por lo que son y lo usamos para aprender. Sin embargo, no hemos llegado a esas alturas, por eso es importante entender cómo ciertas emociones afectan nuestra salud.
La conexión de la mente con el cuerpo
Los efectos que tu mente puede tener sobre tu cuerpo son importantes. Puedes tener una mentalidad y actitud en general positiva y lidiar directamente con tus retos internos para llevar una vida saludable o puedes ser negativo y tener ideas auto destructivas y no lidiar directamente con tus retos internos y en lugar cubrirlos con afirmaciones positivas sin encontrar la solución y como resultado llevar un estilo de vida poco saludable.
¿Por qué es esto? Nuestras emociones y experiencias esencialmente son energía y pueden ser almacenados en la memoria celular de nuestros cuerpos. ¿Haz experimentado en tu vida que haya dejado una marca emocional o dolor en una parte específica de tu cuerpo? Es probable que esa parte de tu cuerpo aún almacene energía liberada de esa experiencia.
Cuando sientes dolor, incomodidad o lesiones en ciertas áreas, con frecuencias esta relacionado con algo que estas sintiendo emocionalmente. A primera vista podría no parecer así porque estamos fuera de contacto con nosotros mismos y nuestras emociones, pero si sientes un dolor y haces lo posible por aliviarlo, aún pensando en que va a mejorar y mentalizarte que dejarás de sentir este dolor o incomodidad, si no resuelves el verdadero problema emocional detrás de ese dolor, no va a mejorar.
Cuando empiezas a darte cuenta de los patrones emocionales relacionados con tu malestar es cuando te darás cuenta que es un proceso de aprendizaje y crecimiento.
Tú tienes el poder
Recuerda que tú tienes lo que se requiere para salir adelante de lo que sea que te lance la vida. En lugar de etiquetar los conceptos como negativos o positivos, intenta ver las cosas con una perspectiva mayor. Pregúntate cómo esto podría ayudarte a aprender algo, si lo puedes usar para cambiar tu perspectiva y aclarar alguna emoción que sientes dentro. En lugar de reaccionar, toma tu tiempo y observa. Descubrirás que tienes lo necesario para procesar emociones y malestares rápidamente cuando los ves por lo que realmente son y por qué surgieron.
Si siempre crees estar enfermo o en general te sientes mal y crees que no tienes control sobre ello, entonces siempre sufrirás de estos padecimientos porque no los estarás solucionando.
Piublicado por Othón Vélez O’Brien