El aspecto desarreglado pero atrevido caracteriza a esta nueva tendencia
El término proviene de la palabra en inglés “lumberjack”, que quiere decir leñador, y los hombres adoptan ese estilo surgen en oposición al arreglo y el cuidado propio que impusieron los metrosexuales.
Hay mucha barba, camisas a cuadros y una especie de desarreglo que hace que estos hombres parezcan surgidos del monte y que lo único que han perdido es su hacha. Los lumbersexuales se caracterizan por estar siempre dispuestos a hacer tareas físicas, de carpintería o salvar a una “doncella en apuros”.
¿Un famoso lumbersexual por excelencia? Ryan Gosling, con sus camisas, su barba, sus botas y sus mochilas.