La meditación orgásmica u OMing es una práctica en la que el objeto de la meditación es hacer contacto genital con los dedos. Se practica entre dos personas, con una acariciando los genitales de la otra mientras ambos enfocan su atención en la sensación con el propósito de desarrollar una resonancia conectiva entre ellos. Aunque la práctica se puede realizar en hombres y mujeres, la meditación parece enfocarse en el orgasmo femenino por medio de la estimulación sutil y pensada del clítoris. Quienes promueven el OMing aseguran que la meditación orgásmica fomenta la estabilidad emocional, la conexión en las relaciones y da un sentido de plenitud. La idea de esta práctica es similar al sexo tántrico cuyo propósito es extender el pico sexual. Aunque se puede realizar en privado o individualmente la organización responsable por crear el término (llamada OneTaste) organiza círculos de “OMing”, convirtiéndolo en una práctica grupal. Las parejas crean un “nido” y practican la meditación orgásmica por 15 minutos antes de compartir sus experiencias con el grupo. De acuerdo con la doctora Pooja Lakshmin, investigadora de la Universidad de Rugters, la misma parte del cerebro se activa durante la meditación profunda y el orgasmo. Los hombres que realizan esta práctica no lo hacen por obtener un orgasmo después, sino por conectar con la mujer y aprender de su placer. La mujer se descubre sólo de la cintura para abajo y el hombre que medita con ella debe estar completamente vestido.

Fuente: Tabasco Hoy