La sociedad siempre ha retratado a los investigadores y científicos como personas serias y aburridas que están laboratorios. Sin embargo, muchos de los resultados que salen de sus laboratorios, provienen muchas veces de experimentos completamente locos y que a nadie se le había ocurrido antes
Mezclar compuestos químicos, crear robots, materiales superconductores… En general, crear productos, procesos, métodos o sistemas nuevos, concebir proyectos innovadores nunca antes pensados, es el trabajo de los investigadores y científicos.Para ello, muchas veces se fijan en elementos de la naturaleza, en animales o procesos naturales e intentan replicarlos.Gracias a Francis Bacon en el siglo XVII, la investigación organizada y sistematizada empezó a tomar conciencia del interés económico y político.
La sociedad siempre ha retratado a los investigadores y científicos como personas serias y aburridas que están laboratorios, sin embargo, para mi son las personas más divertidas e imaginativas que pueda haber. Si os dais cuenta, muchos de los resultados que salen de sus laboratorios, provienen muchas veces de experimentos completamente locos y que a nadie se le había ocurrido antes.
El experimento
Éste es el caso de unos investigadores de la universidad canadiense York, donde han inventado el primer emisor y receptor del mundo que funciona gracias a las partículas de vodka evaporado.En el experimento llevado a cabo, se codificó el alfabeto contando con diferentes niveles de concentración de alcohol que producía el vodka evaporado, representando así el 1 y el 0.
En una placa se selecciona el mensaje que se quiere mandar, y gracias a un ventilador y un pulverizador, las partículas vuelan por el aire hasta el receptor (a unos 3 metros y medio). A continuación, en el receptor se mide el aumento o disminución de concentraciones de alcohol. como veréis en el vídeo de abajo, son capaces de mandar la las palabras ‘O Canada’.
Diversas utilidades
Además de darles la posibilidad de fanfarronear con el éxito de su experimento delante de los colegas (me los imagino presentando el proyecto con el vodka por los aires), también hay razones para querer enviar un mensaje usando vodka.
«Las señales químicas pueden ofrecer una manera más eficiente de la transmisión de datos dentro de los túneles, tuberías o estructuras subterráneas profundas. Por ejemplo, la reciente obstrucción masiva en el sistema de alcantarillado de Londres podría haberse detectado mucho antes, y sin que los trabajadores hubieran tenido que lidiar con el envío de robots con comunicaciones modulares», comentó Andrew Eckford, de la universidad de York.
El compañero de Eckford, el Dr. Weisi Guo, sugirió que las señales químicas como éstas, eventualmente podrían ser utilizadas para comunicar mini-robots a nano-escala, para llevar a cabo una tarea tan específica, como dirigir fármacos hacia células cancerosas.
Aunque nos parezca una tontería, este experimento está, una vez más, sacado de la observación de la naturaleza. Si bien el uso de señales químicas es un nuevo método en la tecnología de la comunicación humana, el método bio-compatible es muy común en el reino animal. Las abejas, por ejemplo, utilizan sustancias químicas para avisar de amenazas en la colmena, o los perros orinan para comunicarse entre ellos.