Roger Federer dio sus pasos para conseguir su título número 18 del Grand Slam con un puntaje de 6-3, 6-4, 7-6 (4) contra Marinko Matosevic para pasar a la segunda ronda el US Open.
Ganador de 5 US Opens, Federer nunca pareció sentirse amenazado por Matosevic, pero el jugador australiano aún consiguió que el maestro suizo sudará un poco frente al público.
Federer cuenta con algunos de los mayores atletas del mundo para apoyo, como Tiger Woods que hizo el viaje para ver al ganador de 17 Grand Slams jugar.
Pero la primera ronda de este torneo fue algo especial para el jugador de 33 años que por fin pudo conocer a su héroe de la infancia, Michael Jordan, quien también fue a brindar su apoyo en el torneo.
“Él fue mi héroe en todos los deportes, eso es lo que fue para mi mientras crecía. Además de Stefan Edberg y Boris Becker, que son mis ídolos en el tenis, Jordan era mi mayor héroe de todo el mundo de deportes. Recuerdo cuando era pequeño, lo vi en la tele haciendo todas sus jugadas. No necesariamente era yo un fan de los Chicago Bulls ni nada así. Sólo me fascinaba Jordan, supongo que me inspiró.”
El primer partido del torneo de Federer fue más metódico que inspirado, pero Jordan parecía estar genuinamente interesado en lo que se desarrollaba en la cancha.
Aunque se acaban de conocer, era evidente que Jordan y Federer tenían algún vinculo único. Si excelencia los une de manera que pocos entienden.
“Su longevidad, la manera en que lo hace ver fácil, su voluntad para ganar, buscando los mejores resultados, todo bajo mucha presión, siendo una super estrella en un deporte competitivo, llevando a su equipo adelante por tantos años,” dice Federer describiendo a Michael Jordan, pero muchos pensarían que hablaba de él mismo.
“Hay tantas cosas que hizo bien y representó su deporte perfectamente, pensé que eso es por qué se convirtió en mi ídolo. Quería saber algunas cosas sobre el tenis. Cómo me preparo, todo esto, cuánto juego, a donde voy ahora. Intercambias las ideas sobre tu deporte respectivo y eso es más o menos de lo que hablas.”
Publicado por Othón Vélez O’Brien.