Creados por Maria Yablonina, estos robots cargan fibras de carbono juntos, creando un tejido suspendido entre varillas en la esquina de una pared. Los robots tejedores comparten el mismo hilo y pueden pasarselo con electroimanes. Sus cuerpos pueden agarrar varas y girar sobre si mismos, fijando la fibra en su lugar.

El resultado es una hamaca suspendida, construida por máquinas en las paredes. Quién sabe cuáles sean las limitaciones de dónde puedas construir las cosas como una araña en un futuro cercano.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.