Annabelle es una muñeca poseída protagonista de una película de terror. Su existencia fue aprovechada por Silvio Santos, un conductor de la televisión brasileña, que creó una cruel broma y grabó la reacción de sus víctimas.
La broma se hizo más realista por el lugar donde ocurrió: una mansión construida a inicios del siglo XX llamada la residencia del coronel Joaquim Franco de Mello ubicada en Sao Paulo, Brasil.
Para lograrlo, utilizó todo un equipo de efectos especiales y mecanismos que la hicieran lo más realista posible.
Equiparon la casa e hicieron creer a diferentes empleadas domésticas que tenían que limpiarla, pero después de unos instantes comenzaban a escuchar ruidos y cosas “anormales”.