Helmut Newton es uno de los fotógrafos más influyentes en las imágenes de moda del siglo XX: su trabajo no sólo figuró en las portadas de revistas como Vogue, Harper’s Bazaar o Playboy, sino que logró consolidar un estilo visual propio –casi un lenguaje, podríamos decir, que subvirtió los valores de la fotografía fashion y propuso un canon del que oportunistas como Terry Richardson han echado mano.

A diferencia de sus imitadores, Newton no sólo introdujo una sensación de peligro y misterio al utilizar escenografías sadomasoquistas, sino que abrió la puerta de algo que podríamos llamar “erotismo urbano”, donde las imágenes tradicionales del erotismo ligado al campo comienzan a tener lugar en espacios no solamente citadinos, sino domésticos.

Basta ver el hermoso retrato de Capucine Tuffier mientras un misterioso hombre le toca un seno, o de la fabulosa Stephanie Seymour planchando para darse cuenta de que estamos frente a un fotógrafo para quien lo erótico es un instante en la percepción del cuerpo, no el cuerpo expuesto simplemente de manera anatómica, como en la fotografía fashion de nuestros días.

Fuente: (Avant Sex)