¿Cuántas cremas de rostro tienes en casa que incluyan retinol? Seguramente más de las que te imaginas. ¿Y sabes para qué sirve este elemento? El ácido retinoico es el único tratamiento tópico aprobado por la Food and Drug Administration, la agencia sanitaria estadounidense, para el fotoenvejecimiento.

Desde los años 70, existen numerosos estudios científicos que demuestran que el retinol revierte los daños de la radiación ultravioleta ya que es capaz de actuar sobre la estructura dérmica y, además, estimular la producción de colágeno, promover la regeneración celular y combatir la oxidación producida por los radicales libres. Y aunque es uno de los activos más completos y eficaces, siempre han existido verdades y mentiras a su alrededor. ¿Quieres conocerlas?

Todos los retinoides son iguales

Mentira: El retinol pertenece a la familia de los retinoides; los derivados de la vitamina A. Estas sustancias son polivalentes: son antiarrugas, antimanchas y ayudan a iluminar el rostro. Sin embargo, hay que distinguir entre las de venta al público (los cosméticos) y las que prescribe el dermatólogo. Entre las primeras está el retinol (menos estable) y el retinaldehído (más estable). El médico suele recetar la más efectiva: el ácido retinoico (vitamina A pura).

Este activo es un “comodín”

Verdad: Los retinoides son también muy efectivos contra las manchas. En opinión del equipo de dermatología de Hospitales San Roque en Gran Canaria (España), además de difuminar líneas de expresión, “inhiben la tirosinasa (enzima catalizadora de la producción de la melanina), con lo que disminuyen las marcas. Asimismo, favorece la eliminación del pigmento ya existente. Por último, potencia el recambio epidérmico: elimina células muertas, mejora la textura de la superficie cutánea y disminuye los poros”.

Si tu piel es sensible, no lo uses

Mentira: Es apto para todo tipo de piel, siempre que se use adecuadamente. Las pieles reactivas se habitúan rápidamente y se puede usar todo el año. De acuerdo con la dermatóloga española Carolina Medina, esta molécula es perfecta para minimizar los daños del sol, porque lucha contra la oxidación provocada por los radicales libres. Y agrega, “en verano, es mejor optar por concentraciones más bajas. La razón: el retinol afina el estrato córneo, por lo que podemos quemarnos más fácilmente. Por eso, se debe combinar con un protector solar alto, un SPF 50”.

El retinol funciona las 24 horas

Verdad: Actúa mejor de noche porque es cuando la piel está en reposo y combate la glicación, un proceso natural que acaba por producir flacidez, según explica Dana Sachs, profesora de Dermatología de la Universidad de Michigan (Estados Unidos). “La luz descompone su formulación, pero los envases opacos la protegen”, añade la experta.

Jamás se use en el contorno del ojo

Mentira: Por el contrario. Los mejores resultados en esta zona se obtienen gracias al retinol: matiza las arrugas y los léntigos solares. Aún así, los dermatólogos aconsejan incorporarlo poco a poco al ritual de belleza (una vez cada tres días), pues es un activo muy potente para aplicarlo de golpe. La piel del contorno es más fina, por eso es mejor optar por un cosmético específico. Si se introduce un poco en el ojo, basta con lavar con agua.

Es bueno descansar del retinol de vez en cuando

Mentira: Existen estudios recientes, como el de Johnson&Johnson, que demuestran la efectividad del uso de retinoides de forma continuada durante dos años. De hecho, si se suspende el tratamiento, parte de los resultados pueden desaparecer. Así, si las manchas se matizan y las arrugas se mantienen a raya, mejor no prescindir de los retinoides. Si se quiere descansar una temporada, se puede aplicar en concentraciones más bajas.

Los retinoides iluminan, luchan contra las arrugas y matizan las manchas. ¡Ahora ya sabes para qué sirven!

Fuente: (Actitud Fem)