El canadiense Trofym Anderson es un atleta de élite. Para mantenerse competitivo en su disciplina, el remo, sabe al detalle cada uno de los aspectos de su cuerpo. Las aplicaciones y dispositivos tecnológicos son sus aliados.
Ahora Anderson, además de medir su ritmo cardíaco, velocidad y dieta, también lleva un registro del sueño.
“La pulsera que utilizo me permite saber con exactitud en qué momento me quedo dormido”, explica.
Gracias a esta tecnología disponible en el mercado, los deportistas como Anderson pueden llevar un registro del descanso y ajustar el entrenamiento acorde con la información que reciben de las aplicaciones.
“Muchas veces me voy a la cama a las 8.00pm y son las 9.00pm y sigo despierto”, señala. “Así que esta pulsera me permite saber cuán profundo he dormido, cuán liviano ha sido el sueño, cómo me siento y hasta cómo debería sentirme”.
Anderson no es el único deportista consumidor del creciente mercado de aplicaciones y dispositivos para el ejercicio. Sólo en Estados Unidos está valorado en US$3.000 millones.
“Como la nutrición”
El equipo de baloncesto masculino es el orgullo de la Universidad George Washington. Para mantenerse competitivos, estos jugadores empezarán a llevar monitores de sueño.
“El que llevo tiene bluetooth, lo que me permite conectarlo a mi teléfono, donde tengo una aplicación que se conecta a un programa más grande”, cuenta el entrenador de ese equipo Matthew Johnson.
Johnson espera que las pulseras que llevan un registro del sueño, o más bien de los movimientos nocturnos, le dirán cuándo y con qué frecuencia sus jugadores tienen interrupciones en el descanso.
“Esto es como la nutrición”, aclara. “Quieres que tus deportistas coman bien, pero es difícil supervisarlos porque no siempre estás con ellos”.
“Lo mismo ocurre con el sueño; intentas presionar sobre su importancia, pero realmente no tienes certeza, así que estos dispositivos me lo cuentan”.
Investigaciones recientes han demostrado que la falta de sueño puede afectar desde la cantidad de peso que un atleta puede levantar, los tiempos de reacción, hasta su habilidad para manejar el estrés propio de una competencia.
¿Poco fiable?
No obstante, los expertos advierten que esta tecnología, que apenas se está abriendo paso en el mercado, tiene sus limitaciones.
El doctor Viven Jain, especialista en sueño, considera que una pulsera no basta para tener información precisa sobre el descanso. Se necesita una combinación de factores, como la actividad cerebral y los movimientos.
“Los dispositivos disponibles se basan en la premisa de que el movimiento significa estar despierto”, continúa Jain. “Si te mueves estás despierto y si no lo haces estás dormido, y esta es una suposición muy simple de lo que es el sueño”.
El experto agrega que las pulseras pueden detectar movimiento y erróneamente asumir que la persona está despierta.
Si bien es posible que las aplicaciones y dispositivos disponibles actualmente para monitorear el sueño no ofrezcan un análisis detallado, los especialistas conceden que puede dar una idea general de los patrones del sueño.
Además, consideran que su uso ayuda a crear cada vez más conciencia sobre la importancia de dormir.