Dos para el camino es una obra imperdible que combina tantos aspectos en pulcritud que es difícil admirar cada parte. Como pieza teatral es potente y entrañable desde las primeras líneas y logra que el espectador se sienta ansioso, quizá hasta incómodo de estar mirando un mundo que no puede controlar y que se está dirigiendo al absurdo. Desde ese primer momento el dramaturgo peruano César de María sacude al público y le obliga a exigirse a buscar una razón lógica para lo que está viendo, como la determinación de declarar la locura de la joven narradora para así justificar su simpática tragedia.
La obra atraviesa por intensos y profundos dramas que se dirigen rápidamente al desastre, desde la manipulación de un recuerdo traumático, hasta la inconmensurable carga de la culpa pasando por la traición de los placeres o el morbo de hacer las cosas mal. Dos para el camino nos lleva sin freno a desnudar a nuestros oradores, odiarlos o entenderlos, pero ningún personaje de esta historia quedará en el olvido, porque son sólidos y muy bien interpretados, no hay relación simple ni motivación a medias, esta puesta en escena es profundamente cruda.
La historia se integra por medio de monólogos, éstos permiten escenas cargadas de emotividad haciendo que el intérprete asuma completamente el peso de la obra, un sello inconfundible de la compañía Los Tristes Tigres de Adrián Vázquez, distinguido por minimizar cualquier distractor para acentuar los tonos de las obras en los actores, sus movimientos y sus voces.
Es Adrián Vázquez quien dirige este drama oscuro y violento, que se atreve a experimentar con su visión en una obra que no se parece en nada a sus anteriores propuestas, regalándole al público una textura diferente, bella por su dedicación y atención a los detalles que hacen que el espectador se sienta satisfecho.
El ambiente diseñado por Matías Gorlero y Félix Arroyo nos obligan a cada momento a pensar en la dualidad, en mundos y emociones fragmentadas que logran demostrar la imposibilidad de un encuentro.
Dos para el camino es una co-producción de las compañías de teatro PlayHouse Enterteinment y Los Tristes Tigres. El elenco está conformado por Pamela Ruz, en el papel de “La niña”, Diego Martínez Villa nos regalan su interpretación de “El vecino”, Fátima Favela encarna espléndidamente a “La psicóloga” y Carlos Patrick Casanova interpreta a “El novio”. Cuatro talentosos actores que se encargan de entretejer una historia de la búsqueda del amor y la pareja correcta. El diseño sonoro es de Rafael Balderas incluye canciones de Fredy Fender, Linda Ronstand y Ritchie Valens, entre otros.
Acompáñanos a descubrirlo todos los miércoles a las 20:30 horas del 29 de mayo al 14 de agosto en el Teatro Helénico. El costo del boleto es de $350. Las localidades están disponibles en la taquilla del Centro Cultural Helénico, ubicado en avenida Revolución 1500 y en la página de internet www.helenico.gob.mx