Carlos Castillo dice que se siente “aliviado” con el nuevo sistema de seguros de salud que entró en vigencia en Estados Unidos el pasado 1 de octubre, parte crucial y polémica de los cambios contemplados en la Ley de Cuidados de Salud Accesible, también conocida como Obamacare.

“Si no fuera por mis problemas de salud, que son serios, te diría que estoy contento, pero aliviado me sirve igual”, dice Castillo a BBC Mundo a las afueras de un centro comunitario de salud del oeste de la ciudad de Miami, donde acaba de contratar una de las nuevas pólizas de salud con subsidios federales.

Hasta el año pasado, este joven nacido en EE.UU. de familia nicaragüense, tenía que pagar US$1.200 mensuales por un seguro de salud que no le cubría los primeros US$7.600 que gastara en tratamientos, debido a una enfermedad “degenerativa preexistente” de la que prefirió no dar detalles.

Ahora pagará US$320 al mes por un plan que considera más conveniente y aunque reconoce que “todavía es mucha pasta (dinero)”, Castillo insiste en que se siente “aliviado” por poder contar con una cobertura médica más adecuada a su condición de salud.

Es un caso que se repite con variaciones en otras partes de EE.UU., donde por estos días muchas personas buscan información sobre los nuevos planes médicos subsidiados que les permitirán gozar de cobertura y, además, sin temor a ser rechazados por dolencias que puedan tener.

Pero el sistema arrancó con dificultades técnicas, que se sumaron a la polémica en torno al Obamacare, la misma que justo el 1 de octubre llevó al cierre del gobierno federal al impedir que demócratas y republicanos se pusieran de acuerdo en la aprobación del presupuesto.

Problemas técnicos

portal de CuidadoDeSalud.gov

Los mercados de seguros funcionan por estados. Algunos de ellos administran sus propios sitios web, mientras que en 36 estados el gobierno federal, a través del Departamento de Salud ha debido crearlos ya que los gobiernos regionales se negaron a participar en el plan.

En muchos casos, los sitios web han estado dando problemas en la navegación, no permiten que las personas terminen de contratar las pólizas y sugieren a los usuarios intentarlo en otra oportunidad.

“Como todo sistema nuevo, este tiene sus fallos. Hay algunos bien grandes que han atrasado la implementación cibernética de los mercados, pero si hemos visto una gran necesidad de parte de la ciudadanía de informarse e inscribirse”, dijo a BBC Mundo Linda Carmona Sánchez, representante de la Asociación de Centros de Atención Médica de Florida.

Según el gobierno federal esos problemas se deben a un exceso de tráfico, unos 8,6 millones de visitantes en la primera semana de funcionamiento, mayor del originalmente previsto, lo que demostraría el alto interés de la población en el nuevo esquema.

Pero para los detractores es evidencia de improvisación y refuerza los argumentos de muchos congresistas sobre la necesidad de dejar en suspenso la fase del mercado de seguros hasta por lo menos un año, tiempo en el que muchos de ellos confían quizá no tanto en arreglar como en derogar la ley.

“Ha habido confusión por el cierre del gobierno y los problemas técnicos, pero creo que han sido bien recibidos los cambios. Quizá muchos no quieran inscribirse aún pero quieren saber cómo les afecta”, dijo a BBC Mundo William Joachim, uno de los diez empadronadores que trabaja en La Clínica del Pueblo, un centro de atención para personas de bajos recursos ubicado en el norte de Washington D.C.

Importancia hispana

Así como se dice que los latinos fueron cruciales para la reelección de Barack Obama en la presidencia, ahora son considerados igualmente importantes para el éxito de la reforma.

Se estima que unos 51 millones de personas en EE.UU. carecen de seguro de salud y se espera que el 60% de ellos adquieran seguros con las nuevas providencias, así como con la ampliación del ya existente plan de cobertura médica para los más pobres, conocido como Medicaid.

“Los hispanos son uno de los grupos minoritarios que no tienen seguro médico. Cerca del 33% no tiene ningún tipo de cobertura”, dijo a BBC Mundo, Alejandra Gepp, directora asociada del Instituto para la Salud Hispana del Consejo Nacional La Raza.

La Oficina del Censo indica que los hispanos son en promedio más jóvenes -27,6 años frente a los 42,3 del resto de la población- por lo que serían aportantes netos de recursos para el fondo que sustenta el mercado, que sufragará gastos de mayores y enfermos con las primas que pagarán los más sanos.

De acuerdo con Gepp, la comunidad latina es mayoritariamente favorable a la nueva ley al punto que asegura que “no me he encontrado con un hispano que no haya hablado en favor de la reforma, aunque no digo que no exista”.

Sin embargo, estados como Texas y Florida, donde reside la mayor cantidad de latinos sin seguros, no se acogieron a la expansión del Medicaid, amparados en la decisión de la Corte Suprema de Justicia que, al ratificar en 2012 la constitucionalidad de la ley de reforma, dejó este aspecto de la misma a la voluntad de los gobiernos regionales.

Además, al calor del debate sobre la reforma de salud entre 2009 y 2010, muchos hispanos quedaron con la impresión de que la ley los dejaba fuera, cuando en realidad lo que se discutía era la necesidad de que los inmigrantes indocumentados no se beneficiarán de los cambios.

Por eso el gobierno federal ha puesto mucho énfasis en la divulgación de los beneficios de la reforma para la comunidad hispana, incluyendo un portal en español para el mercado de seguros “CuidadoDeSalud.gov”.

Salud comunitaria

sala de operaciones del hospital Jackson de Missisipi

La ley estadounidense garantiza que las personas reciban cuidados médicos cuando su salud corre peligro, pero las personas que carecen de seguros médicos no tienen acceso a cuidados preventivos que les ayudarían a mantenerse en mejores condiciones.

“La salud del pueblo es la máxima ley”, dijo a BBC Mundo, Paul Vélez, administrador del Centro Médico Borinquen, ubicado en el centro de Miami, donde acuden muchos inmigrantes de bajos recursos, sobre todo hispanos y haitianos que viven en las cercanías.

Se estima, que sólo en el estado de Florida, medio millón de personas se beneficia del trabajo de este tipo de centros comunitarios, que funcionan como organizaciones sin fines de lucro con apoyo de fondos públicos y privados.

Vélez destaca que uno de los beneficios del nuevo sistema de seguros médicos permitirá a las personas tener acceso a medicina preventiva lo que beneficia al paciente y al sistema de salud.

“El alto costo del cuidado de la salud siempre va a ser un peso para las personas cuando no tienen acceso a servicios primarios preventivos. Además cuando los pacientes van directamente a una sala de emergencias, eso incrementa los costos e impacta los presupuestos”.

Fuente: (BBC)