México, 23 Ene. (Notimex).- Como parte de uno de los proyectos de cultura de la Dirección General de Tratamiento para Adolescentes (DGTPA), la Orquesta de Cámara de Bellas Artes, bajo la dirección de Arturo Rebolledo, ofreció hoy un concierto en el Auditorio de la Comunidad de Diagnóstico Integral.

En entrevista con los medios de comunicación, Gregorio Escobar, jefe de Cultura de la DGTPA, comentó que el aporte de la cultura a los adolescentes que se encuentran en tratamiento es muy importante, porque los hace sensibles, más humanos, los educa y les da otras experiencias en sus vidas.

“Muchos de ellos jamás en sus vidas han tenido la oportunidad de ir a un concierto de música de cámara y nosotros no sólo con este tipo de eventos o conciertos los acercamos, sino con todo un programa de atención a adolescentes a través de talleres, educativos, terapias de apoyo y un programa deportivo, colaboramos con este tipo de eventos para que los jóvenes estén listos para su inserción social”, explicó.

Escobar destacó que con apoyos de otras instancias como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Bellas Artes, la Secretaría de Cultura y el Centro Nacional de las Artes, han realizado otras actividades y las instituciones han contribuido mediante eventos culturales.

“Es muy importante acercar a este tipo de población a actividades de toda índole con un sentido educativo y didáctico, que pueda enriquecer más para que tengan esa interpretación de que el mundo puede ser de otra manera, además la cultura es un derecho para todos en México”, aseguró.

Por su parte, el director Arturo Rebolledo Díaz mencionó que el programa fue seleccionado por ofrecer piezas del folclor de México y de otros países, como un abanico de muchas culturas.

“Esto con la finalidad de que los jóvenes se acerquen a la música no solamente del país, sino de otras naciones, y obtengan más conocimiento del quehacer artístico”, apuntó Rebolledo Díaz.

Posteriormente inició el concierto con la narración y conducción de Leonardo Mortera, quien interpretó a dos personajes, un joven y un anciano, y llevó a los jóvenes a ese mundo maravilloso que es la música, mediante un cuento en que se abordaron los sonidos de cada uno de los instrumentos de una orquesta.

De esta manera, los músicos de la agrupación de cámara ejecutaron obras como “Cuarteto Virreinal”, de Miguel Bernal Jiménez; “Danzas Rumanas”, de Bela Bartok; “Serenata de Cuerdas”, de Edward Elgar; “Suite Holberg”, de Edvard Grieg; “Serenata para Cuerdas”, de Piotr Ilich Tchaikovsky, y “Una Cantilena Argentina”, de Carlos Gustavino.