Tras una multitudinaria ceremonia el sábado en Copacabana, el papa Francisco cierra su visita a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud con una misa en la misma playa en Río de Janeiro.
“Esta no es una celebración de despedida, sino de comienzo de una misión”, dijo Orani Tempesta, arzobispo de Río, durante la llamada Misa de Envío. Se estima que alrededor de 3 millones de personas asistieron a la ceremonia.
La próxima Jornada Mundial de la Juventud será en Cracovia, Polonia, en 2016, anunció el papa Francisco. El beato Juan Pablo II fue arzobispo de Cracovia.
“Su santidad, usted confirma la luz de la fe en el camino de la fe de la iglesia”, le dijo Tempesta a Francisco.
“Quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría de la fe recibe más alegría”, les dijo Francisco a los millones de asistentes el domingo. El papa rezó el Angelus en latín y luego lo explicó al público.
Además, Francisco invitó a los jóvenes católicos a no tener miedo y a evangelizar.
Durante la ceremonia se pidió por la víctimas y familiares del accidente de tren de Santiago de Compostela.
Concelebraron con el papa 60 cardenales, 1.500 obispos y 11.000 sacerdotes. A la misa asisten los presidentes de Brasil, Bolivia y Argentina.
Millones asisten a oración el sábado
Una gran multitud se reunió en la playa de Copacabana en la noche del sábado para una oración con el papa Francisco.
Los organizadores dijeron que 3 millones de personas asistieron al servicio. Citaron a la alcaldía y a la policía para la cifra estimada del público, que casi dobló los 1.6 millones de personas que asistieron al concierto de los Rolling Stones en 2006 e igualó los 3 millones de la celebración de cambio de milenio en 2000.
CNN no pudo verificar la cifra.
Mientras era conducido al escenario en su papamóvil, Francisco fue rodeado de miles de camisetas, pancartas y banderas de los espectadores en júbilo que eran retenidos con barricadas a ambos lados de la calle.
El papa le dijo a los jóvenes que son los “protagonistas del cambio”.
“Su joven corazón alberga el deseo de construir un mundo mejor” dijo Francisco. “He seguido atentamente las noticias sobre tantos jóvenes que, en muchas partes del mundo y también aquí en Brasil), han salido por las calles para expresar el deseo de una civilización más justa y fraterna”.
Dijo que los manifestantes deberían estar motivados por los valores del Evangelio y que deben superar la apatía con una “respuesta cristiana a las actuales preocupaciones sociales y políticas en sus países”.
La vigilia estaba programada para ser celebrada en un campo a 48 kilómetros, el Campus Fidei, pero los organizadores tuvieron que mover el lugar a Río debido a inundaciones.
“También hoy el Señor sigue necesitando a los jóvenes para su Iglesia”, dijo el papa. “Ustedes son los constructores de una Iglesia más hermosa y de un mundo mejor”.
CNN