El cáncer testicular es en la actualidad el más frecuente en hombres de entre 16 y 45 años de edad, y es también una enfermedad oncológica que progresa muy rápido, además de ser muy letal.
Con el fin de detectar cambios en el tamaño o coloración de los testículos que puedan sugerir la presencia de tumores, el urólogo Érick Sierra Díaz exhortó a los varones a la autoexploración.
Muchos hombres acuden a revisión médica en estadios avanzados de la enfermedad, pese a que “a veces la pareja es la que detecta la tumoración, o en un paciente joven que de repente ve que le crece más un testículo”.
Normalmente, la tumoración afecta un solo testículo, y en apenas el 2 por ciento de los pacientes aparece de forma bilateral”.
Detalló que ante cualquier cambio en la coloración de los testículos, en cuanto a forma, tamaño o incluso si existiera dolor se debe acudir de inmediato con el médico a fin de descartar que se trate de cáncer.
En todos los pacientes de este grupo de edad con dolor testicular siempre se debe tener sospecha de una tumoración cuando presenten este síntoma “o bien que exista un endurecimiento de los testículos, hay que hacer una exploración física y un ultrasonido”.
Señaló que otro factor de riesgo importante son los hombres con antecedentes de criptorquidia, “una anomalía que normalmente se presenta al nacimiento por ser un mal congénito, caracterizada por falta de descenso testicular a la bolsa escrotal”.
Explicó que esta patología aumenta entre 10 o 20 por ciento el riesgo de presentar más adelante cáncer en los testículos, “otro aspecto a considerar son los antecedentes familiares de la enfermedad, lo cual juega un papel importante para su desarrollo”.
Subrayó que el cáncer testicular avanza considerablemente y puede generar incluso metástasis a nivel pulmonar, no obstante, el paciente puede tardar hasta seis meses en buscar atención médica luego de presentar síntomas.
El diagnóstico incluye la extracción del testículo afectado por la vía inguinal, para corroborar a nivel de examen de sangre si continúan elevados marcadores tumorales que entonces sugerirían la necesidad de manejar al paciente con quimioterapia y radioterapia, de manera adicional”, concluyó.
Con información de Agencias