¿Has pensado iniciar un negocio propio? Un puesto de comida, un bar, vender ropa, etc. son ideas que se vienen a nuestra mente al pensar en ser nuestro propio jefe y armar un negocio. Tener una idea clara de lo que se quiere vender o el servicio que se brindará, no es armar un plan de negocios. Para ello se requiere tener los fundamentos básicos que te permitían llevar una planeación de los objetivos claves de tu empresa y con ello lograr paso a paso el alcance de cada uno de ellos.
Hasta aquí parece ir todo en orden, ¿cierto?, pero qué sucederá al momento de realizar una planeación del flujo financiero. Es este el punto donde las empresas en proceso de gestación, se pausan o simplemente no logran concretarse.
Por ello es necesario tener en mente cómo se realizará el proceso de financiamiento y para ello existen distintas modalidades, la más usada es recurrir al crédito de manera tradicional o en línea. Un ejemplo se encuentra en Konfío.mx, obtén préstamos online fácilmente en la institución financiera de fácil acceso que otorga créditos para hacer crecer tu negocio.
Ahora que tenemos el principal punto de emprendimiento claro, pasemos al desarrollo del plan de negocios.
1.- Hacer por escrito cada uno de los elementos de tu plan de negocios.
2.- Conocer los riesgos, dificultades y trámites que conlleva independizarse.
3.- Tener claro el giro de tu empresa, considerando a la competencia.
4.- Conocer el plus y los alcances de los servicios que ofrecerá tu negocio.
5.- Describir a tu cliente, saber para quién está dirigido tu producto.
6.- Hacer una lista de tus recursos de operación, tanto para producción como
de materia humana y prima.
Al tener los puntos de la lista anterior en claro, podrás desarrollar una idea de negocio propio.