Las personas con diabetes también pueden donar órganos, aunque en la medida en que es creciente la enfermedad entre la población, se utiliza como una justificación para negarse a ceder los órganos, afirmó Inés Díaz Muñoz, directora Centro Estatal de Transplantes.

Dio a conocer que “si te controlas, sirven tus órganos” y aunque quizá el único impedimento es la insuficiencia renal, depende del grado de enfermedad del riñón si puede o no ser usado por otra persona.

“En cuanto se trasplante a otro cuerpo, el daño de la diabetes se frena. Sin embargo, si el paciente diabético tiene insuficiencia renal grave, quizá no pueda donar el riñón, pero sí puedo dar el corazón y las córneas”, detalló.

Los pacientes receptores de órganos no contraen la enfermedad crónico-degenerativa que es la diabetes, sino las únicas enfermedades por las cuales no se aceptan los órganos de una persona son la hepatitis B o C, VIH o aquellos con Sida.

“Los pacientes contaminados por otra enfermedad, como una septicemia, hongos y otros casos son los que no pueden ayudar, pero sí hay muchos pacientes amparados en la diabetes mellitus que se niegan a donar órganos”, refirió.