Un drama se desató en los cielos estadounidenses, sobre Idaho, casi en el límite con Canadá, cuando un piloto de un vuelo de United Airlenes (UA) se infartó al comando de un Boeing y murió luego en un hospital.
El copiloto y un pasajero, que resultó ser un instructor de Boeing, lograron hacer aterrizar al avión sin consecuencias en el aeropuerto de Boise, a pesar de la fiera contingencia.
El comandante del Boeing 737 de UA, que unía Houston con Seattle, cuyo nombre no trascendió, fue trasladado a un hospital una vez en tierra, pero los médicos no lograron salvarle la vida.
En pleno vuelo, el copiloto narró inmediatamente la emergencia a la torre de control de Boise, que autorizó el aterrizaje, mientras los pasajeros observaban al comandante de la nave en medio de la cabina, con su crisis cardiaca.
Los 161 pasajeros y los 16 miembros de la tripulación sabían perfectamente lo que estaba pasando, por lo que el aterrizaje estuvo repleto de tensión y dramatismo.
Fuente: El Comercio