En Estados Unidos cuando uno piensa en hispanos y religión piensa, primero, en el Catolicismo.
Pero la realidad es que cada vez más se convierten al Islam.
Aunque es difícil precisar cuántos hay exactamente, se estima que ya son 100.000 los hispanos musulmanes en Estados Unidos a día de hoy. Y aunque aun sea una cifra modesta, los expertos han detectado una clara tendencia al aumento.
Uno de estos conversos es Jaime Fletcher.
Su niñez, en Houston, fue difícil. Había llegado de Colombia a los ocho años de edad.
En la escuela secundaria los chicos se dividían en pandillas étnicas.
Un día, cuenta, el líder de la pandilla afroamericana lo atacó.
“Me defendí y como lo vencí, pensaron que yo era de otra pandilla. Y que yo era el líder”, recuerda.
Según Fletcher, pertenecer a una padilla era cuestión de supervivencia.
Vio cómo sus amigos recibían disparos y cómo los encerraban en la cárcel.
Y dice que cuando creció un poco, su vida consistía en manejar autos rápido, tener armas, consumir mucho alcohol y perseguir mujeres.
“Una noche estaba con un amigo con quien había crecido, después de salir de un club”, recuerda. “Estábamos sentados afuera de su casa tomando. Miró el licor que tenía en sus manos y dijo: ‘No puedo creer que siga haciendo esto”‘.
“Le pregunté por qué y me dijo: ‘No puedo creer que sigo haciendo esto después de ir a La Meca'”.
“¿Qué es La Meca?, le pregunté. ‘Es donde queda la casa de Dios'”.
“A mí me pareció extraño. Me dijo que el Islam era la religión verdadera de Dios y le respondí: ‘¡todo el mundo dice que su religión es la verdadera!'”.
Sin intermediarios
Como la mayoría de los hispanos, Fletcher creció en el seno de una familia católica. Sin embargo, sus padres lo animaban a buscar su propia verdad.
Después de estudiar un poco de Cristianismo, Judaísmo, Taoísmo y Budismo, Fletcher se convenció de que el Islam era realmente la verdadera religión de Dios.
Se convirtió y ahora se llama Mujahid Fletcher.
Para él, el Islam incorpora los valores familiares que le gustaban del Catolicismo, pero lo libera de una gran desventaja.
“El aspecto de la confesión con un sacerdote. El Islam es claro en el sentido de que el arrepentimiento y el perdón se hace directamente con Dios, sin intermediarios”.
Ese es un gran atractivo para muchos musulmanes conversos, señala Katherine Ewing, profesora de religión de la Universidad de Columbia.
“Hay frustraciones con la estructura de la Iglesia Católica, la jerarquía; hay quienes dicen que les aburre la misa, que no se relaciona con sus necesidades cotidianas”, explica la experta.
Señala que tanto el Islam como el Protestantismo están llenando ese vacío que sienten algunos hispanos católicos.
Apunta además que no solo los hispanos se están apartando por esas prácticas de la Iglesia católica, sino que muchos están siendo atraídos hacia el Islam, especialmente después del 11-S.
“Muchos vieron que de hecho Islam era una religión pacífica y más familiar de lo que esperaban” – Katherine Ewing
Tras los atentados en Estados Unidos de 2001 y ante la reacción en su contra, los musulmanes acudieron a otras comunidades a explicar quiénes eran. Y a muchas personas que no conocían el Islam se les despertó la curiosidad.
“Empezaron a investigar en internet o a leer el Corán para saber si realmente abogaba por la violencia. Y muchos vieron que de hecho el Islam era una religión pacífica y más familiar de lo que esperaban. También fueron encontrando la belleza de la tradición a medida que exploraban más”, señala Ewing.
Eso es lo que encontró Mujahid Fletcher y quería que otros hispanos se enteraran también.
El problema es que los textos islámicos no son fácilmente accesibles en español. Así que Fletcher empezó a hacer traducciones y a hacer sus propias grabaciones en audio de plegarias.
Ahora tiene una compañía llamada “Islam en español”. Él y su padre, quien también se convirtió al Islam, han grabado más de 500 CDs y 200 programas de televisión por cable.
“La meta final de ‘Islam en español’ es educar a hispanos sobre el Islam en todo el mundo”, dicen.
En la mezquita
La mezquita que frecuenta Fletcher queda en Sugar Land -un próspero suburbio de Houston-, es grande y reminiscente de aquellas en Medio Oriente o Turquía: una atractiva edificación con entradas arqueadas, pilares y dos minaretes.
Entre las 100 personas que atendieron la oración vespertina el día en que la visité, Fletcher era el único hispano.
Según él, los musulmanes hispanos están desperdigados en pequeños grupos en grandes ciudades como Houston.
Más tarde, conocí a Daniel Abdula Hernández, un converso de origen portorriqueño que ahora es el imam de una mezquita en la vecina ciudad de Pearland.
Hernández también fue miembro de una pandilla cuando era más joven y dice que encontrar al Islam lo convirtió en un esposo y padre responsable.
“Al principio la gente piensa que es una fase. Dos años después de ver mi transformación, mi madre se convirtió en musulmana”.
Así lo hicieron también su padre y hermano, y juntos visitaron Egipto, un viaje que les aclaró cualquier duda que tuvieran acerca de convertirse en musulmanes hispanos.
“Temíamos que íbamos a estar solos durante las fiestas y las pasamos sentados con otros hispanos, partiendo el pan y comiendo. Estábamos asombrados”.
Para la mayoría de hispanos, sin embargo, el Catolicismo es más que una religión: puede llegar a ser su identidad cultural.
Así que, aunque el Islam u otras religiones estén sustituyendo la fe católica en algunos casos, reemplazar la conexión cultural con la Iglesia Católica puede ser más difícil.