Si eres como la mayoría de la gente, te tomas tu café por las mañanas para poder empezar tu día… tan pronto termines en el baño.
¿Qué le da este poder de laxante al café? Muchos creen que es la cafeína, pero puede que no sea el caso según un estudio reciente que se llevó a cabo en ratas.
En el experimento, las ratas que les daban café regular y descafeinado tenían menos bacterias en sus heces comparado con las ratas que no bebieron café. Esto indica que algún compuesto en el café puede matar a las bacterias en la tripa y podría tener un impacto en tu evacuación.
El café tiene este efecto estimulante en la tripa que no está relacionado con la cafeína, esto se puede observar con el café descafeinado también.
Hace dos décadas se llevó a cabo otro estudio en donde 12 participantes tuvieron que usar sondas anales con sensores para medir la actividad de presión a lo largo de diferentes partes del colon y el recto. A lo largo de 10 horas, los participantes bebieron las mismas cantidades de café regular, descafeinado y agua caliente además de un almuerzo de 1,000 calorías (hamburguesa).
La comida causó la mayor actividad en la tripa de los participantes, pero se sorprendieron los investigadores que el café regular causaba contracciones de magnitud similar (60% más fuerte que las del agua caliente y 23% más que el café descafeinado).
Esto demuestra que la cafeína sí tiene un papel en estimular tu colon, pero no es el único factor que hay que considerar. Es probable que algo en el café en si es responsable por hacer que tengas que correr al baño.
La teoría de los expertos es que minutos después de consumir el café, llega a tu estómago. Uno o más de los cientos de compuestos en el café causa la producción de ciertas hormonas en tu cuerpo, como la motilina, que estimula las contracciones intestinales, o gastina, que causa la secreción de ácido en tu estómago. En este momento las ganas de ir al baño se detonan.
Pero los investigadores dicen que también podría ser una posible combinación de todos los componentes que se encuentran en el café.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.