Por lo general te pasa después de un almuerzo enorme. Terminas de comer, te sientes pesada y de repente te entra mucho sueño. Muchos le dicen a esto el mal del puerco.

Para que sepas, esto no es causado por un cambio de flujo de sangre fuera de tu cerebro a tu panza, como muchos seguro te habrán dicho. El flujo de sangre hacia tu cerebro no es algo que de repente cambia.

Para empezar, el término científico del mal del puerco es somnolencia posprandial.

Básicamente lo que es es una decadencia rápida en la energía de tu cuerpo después de comer y las razones tienen que ver con tu biología.

Hay dos teorías que podrían explicar por qué te da el mal del puerco después de comer:

  • Comer un almuerzo alto en carbohidratos y azúcar causa que se eleven los niveles de azúcar en tu sangre, resultando en una caída en picada de energía.
  • Cuando comes mucho, tu cuerpo entra en un estado de relajamiento y digestión al estimular en nervio vago.

El tamaño de la porción también importan, especialmente cuando se trata de la primera teoría. Así que es posible que no sean las altas cantidades de azúcar y carbohidratos que causan este sueño, sino la cantidad de comida.

La segunda teoría requiere de una enorme cantidad de comida en lugar de un tipo de alimento en particular.

Para evitar el mal del puerco hay unas cosas que puedes hacer:

  • Mantener un horario de sueño regular: no quieres comer cuando te falta el sueño. Si duermes mal es muchísimo más probable que te de sueño después de comer mucho.
  • Comer almuerzos más pequeños: ya que el tamaño de la porción es un gran factor en que si te da el mal del puerco o no, recomendamos que limites el tamaño de tus porciones si no quieres quedarte dormida después de comer.
  • Mantente activa: cualquier nivel de actividad aumenta la alerta de tu organismo. También es bueno para la digestión, así que siempre puedes dar un paseo después de comer para evitar que te de sueño.
  • Balancea macronutrientes: no tienes que evitar los carbohidratos por completo, sólo incluye un poco de proteína, grasas saludables y verduras a tu platillo para evitar el sueño al final.
  • Come a la hora correcta: cenar tarde puede ayudarte a dormir mejor en la noche, sólo ten cuidado con esto ya que también te aumenta el riesgo de padecer de alta presión sanguínea y obesidad.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.