Los niños que se acuestan a la misma hora todos los días, son considerablemente más inteligentes que aquellos que van a la cama a horas distintas cada noche, según un estudio publicado en Journal of Epidemiology and Community Health.
En este sentido, aunque la cantidad de sueño que los niños necesitan puede variar de acuerdo a sus requerimientos energéticos, la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos recomienda lo siguiente para cada grupo de edad:
– Recién nacidos: Entre 12 y 18 horas.
– 1 a 3 años de edad: Entre 12 y 14 horas.
– Niños en edad preescolar: Entre 11 y 13 horas.
– De 5 a 10 años de edad: Entre 10 y 11 horas.
– Adolescentes: Entre 08.05 y 09.25 horas.
Según recomiendan en Yahoo! Health, crear una rutina de sueño es fundamental para que los niños duerman bien. Para ello es recomendable seguir algunos consejos:
– Apaga los dispositivos electrónicos, tales como videojuegos, computador y televisor, alrededor de media o una hora antes de acostarse. “Esto le da al cerebro tiempo para relajarse, lo que hace que sea más fácil conciliar el sueño”, señala Suresh Kotogal, especialista de la Clínica Mayo, quien además recomienda mantener los aparatos de este tipo fuera del dormitorio de un niño.
– Evita que tu hijo consuma alimentos con cafeína, como refrescos. Las golosinas como el chocolate también debes evitarlas. Estos productos no deben ingerirse por varias horas antes de acostarse, o incluso suspenderse por completo, ya que pueden perjudicar la conciliación del sueño, o bien, evitar que tu hijo duerma profundamente.
– Crea un entorno de sueño. Una habitación oscura, fresca y libre de ruidos molestos es propicia para dormir.
– Los cuentos y canciones de cuna son algunos de los rituales pre-sueño más efectivos en niños más pequeños. A medida que los niños crecen, es bueno seguir alentándolos a continuar leyendo en las noches o darles su propio espacio de calma antes de dormir.
– Una rutina nocturna relajante sin actividades estimulantes puede ayudar a tu hijo a prepararse mentalmente para el sueño.