El próximo 10 de mayo se celebrará en México el Día de las Madres para muchas poblanas estén condición de mujer; además de representar una gran ilusión, significa una etapa de riesgos y miedos para ellas y su bebé.
De acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2011 se registraron 31 defunciones por complicaciones de emergencia obstétrica de mujeres de 15 a 49 años de edad. En ese mismo año también ocurrieron 60 defunciones maternas en las mujeres de 15 a 49 años por cada 100 mil nacidos vivos.
Las dos primeras causas de muerte materna representan 46.7 por ciento del total de estas defunciones: la principal causa de fallecimiento se vincula con las complicaciones del trabajo de parto (26.7 por ciento) y la segunda son el edema, proteinuria y los trastornos hipertensivos en el embarazo, el parto y el puerperio (20.0 por ciento).
De acuerdo con el Grupo de Trabajo Interagencial Regional para la Reducción de la Mortalidad Materna del UNFPA, el manejo de complicaciones obstétricas debe considerarse como una prioridad para los servicios de salud materna, debido a que 80 por ciento de las muertes maternas ocurren durante el parto y postparto.
Bajo esta condición, las mujeres con complicación obstétrica no atendida, fallecen generalmente en un plazo de 48 horas, por lo que cualquier demora en la atención de una mujer embarazada o puerperal con alguna complicación y la falta de acceso a servicios con capacidad resolutiva, puede derivar en su muerte.
Las complicaciones en las mujeres gestantes pueden ser prevenidas con un diagnóstico adecuado, acceso a atención prenatal, hospitalaria y de emergencia.
En México, la estrategia integral para acelerar la reducción de la mortalidad materna, menciona que las defunciones por causas obstétricas pueden disminuir si se consideran los factores que condicionan las tres demoras del modelo de la OMS, buscar atención médica, tener acceso a servicios de salud y recibir tratamiento oportuno.
Los datos del INEGI señalan que las complicaciones obstétricas sin atención médica generalmente son fatales, por ejemplo, los trastornos hipertensivos como la preeclampsia en su etapa más severa incrementan la probabilidad de hemorragia intracerebral, que se presenta en aproximadamente una de cada 10 mil embarazadas.
La hemorragia obstétrica en la segunda mitad del embarazo se asocia con mayor morbimortalidad materna y fetal, siendo la masiva la más grave, ya que disminuye la oxigenación de tejidos y termina en falla orgánica múltiple y la muerte.
Respecto a las 31 defunciones de mujeres de 15 a 49 años, 12 muertes fueron causadas por hemorragias postparto asociadas con retención de placenta; 9 eclampsias; 2 por preeclampsia, y el resto por emergencias obstétricas.
Las complicaciones puede prevenirse, por ello, es esencial que la mujer embarazada detecte oportunamente hemorragias, contracciones uterinas, disminución de la movilidad fetal o pérdidas transvaginales de líquido amniótico como signos de urgencia obstétrica.
Puebla, 8 May. (Notimex).