Aunque no lo creas, puedes comer algunos alimentos con hongos, pero sólo con ciertos alimentos. (Obviamente no hablamos de hongos comestibles)

Nadie quiere desperdiciar comida, pero cuando ves unos pelitos o unas manchas sospechosas, es tentador quitarlo y comertelo de todos modos. En la mayoría de los casos, comer comida con hongos es una mala idea.

Cuando un moho visible esta presente en tu alimento, sus “hilos” pueden ya haber penetrado la comida profundamente, contaminando partes que creerías que están limpias.

Existen muchos riesgos de salud por ingerir hongos. El moho puede producir sustancias tóxicas como la micotoxinas, estas pueden causar problemas respiratorios, reacciones alérgicas y enfermedades.

El moho normalmente es fácil de ubicar. Normalmente parece una decoloración azul o verde que puede volverse peludo si se deja suficiente tiempo. Si estas revisando alimentos en jarras, es mejor checar la parte interior de la tapa y alrededor del borde de la jarra.

No es buena idea que huelas tus alimentos para procurar que estén bien, podrías inhalar esporas del moho. Si te preocupa el moho pero no ves manchas, usa el sentido común. Si algo no parece como normalmente debería, especialmente si se ve húmedo, es mejor que lo tires.

Algunas excepciones son quesos duros como el parmesano, chedar o suizo. Con estos el moho no penetraría tan profundamente, pero nunca raspes el moho ya que puedes liberar esporas que terminen en tus otros alimentos o sobre las superficies de tu cocina. La única manera segura de remover el moho de algún alimento es cortando unos 3 centímetros alrededor de la parte perjudicada.

Una regla similar aplica para algunas carnes muy densas como el salami duro o el jamón curado. Si hay moho presente, puedes removerlo y aún disfrutar de estas carnes, pero igual, evita raspar las manchas.

También es buen consejo tirar estas piezas de comida perjudicadas en la basura, no el lavabo. También evita usar el mismo cuchillo antes de lavarlo.

Si quieres reducir el riesgo del moho desde un principio, procura mantener tu refrigerador limpio por dentro. Si pequeños derrames se quedan ahí por semanas o meses, el moho podría afectar otros alimentos en el refrigerador, incluso la comida fresca. También es bueno mantener la comida cubierta dentro del refrigerador.

También es buena idea tirar cualquier sobra que lleve más de dos días en tu refrigerador. Pero finalmente, la regla de oro cuando se trata de moho y hongos:

Si tienes dudas, mejor botalo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.